


El Servicio Secreto de Estados Unidos dio un paso tecnológico sin precedentes: sustituyó las clásicas siluetas de papel por blancos robóticos autónomos en el entrenamiento de sus tiradores de élite.
Estos maniquíes programables en 3D simulan movimientos humanos, reaccionan a impactos desde cualquier ángulo y ofrecen retroalimentación inmediata, ya sea con munición real o simulada. Además, pueden alcanzar hasta 18 km/h, desplazarse en casi cualquier terreno y emitir señales de calor para prácticas nocturnas, replicando situaciones reales al detalle.
El Centro de Entrenamiento James J. Rowley asegura que estas unidades, utilizadas por Operaciones Especiales y la División de Servicio Uniformado, permiten medir con precisión el desempeño de cada agente y mejorar continuamente sus habilidades. Incluso incluyen vehículos programables resistentes a disparos, ideales para entrenar técnicas de intervención en autos en fuga.
Desde su incorporación en 2024, los robots han participado en 131 eventos de entrenamiento, acumulando más de 708 horas de operación, y su uso seguirá creciendo conforme más divisiones adopten esta tecnología.
Una muestra clara de cómo la innovación tecnológica está transformando la preparación de los cuerpos de seguridad en Estados Unidos.

