El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha confirmado su candidatura presidencial en un anuncio realizado el domingo, alegando que se siente “obligado por los ataques del Gobierno” contra sus partidarios dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido oficialista de Bolivia.
En su cuenta oficial de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), Morales declaró: “Obligados por los ataques del Gobierno, su plan para proscribir al MAS-IPSP y defenestrarnos con procesos políticos, incluso eliminarnos físicamente, hemos decidido aceptar los pedidos de nuestra militancia, y de tantas hermanas y hermanos que asisten a las concentraciones en todo el país para ser candidato a la Presidencia de nuestra querida Bolivia”.
El líder político prometió enfrentar su disputa con el actual Presidente de Bolivia, Luis Arce, “con la verdad, dignidad y honestidad”, acusándolo de lanzar una “agresión” desde las redes sociales y de planear la inhabilitación de sus seguidores dentro del partido.
Morales agradeció a quienes le han advertido sobre las intenciones del Gobierno de detenerlo y entregarlo a Estados Unidos. Expresó su determinación al afirmar: “Vamos a dar batalla. Somos herederos de las luchas de nuestros antepasados que nos han enseñado a nunca rendirnos. ¡Nunca nos vamos a rendir, hermanas y hermanos!”.
Esta decisión de Morales se produce en medio de una campaña de desprestigio que intenta vincularlo de alguna manera con el narcotráfico. Morales ha advertido que si esta estrategia falla, el Gobierno utilizará a “una mujer” para acusarlo de algún delito, según informes del diario boliviano Correo del Sur.
La candidatura de Evo Morales agrega una nueva dimensión a la compleja situación política en Bolivia y podría generar un intenso debate en el país en los próximos meses.
