Orizaba.- El problema de migración no solo es cosa de los países centroamericanos, hermanos mexicanos sufren al pasar a los Estados Unidos; es una situación a la que todos debemos de sumarnos, pero principalmente los gobiernos quienes son responsables de apoyar a sus pobladores con programas sociales bien planeados, aseguró el rector de la parroquia del Señor del Calvario, padre Helkyn Enríquez Báez, quien habló de los dos nuevos santos en la Iglesia católica, Juan Pablo II y Juan XXIII.
Al respecto aseguró que en la Iglesia católica todos debemos ayudar y alojar a los forasteros es una obra de caridad; “la libre circulación pacífica a través del territorio está asentada en la Constitución, que permite el poder circular sin problemas”.
Aseguró que la migración es un problema complejo, nos debemos preocupar por los hermanos migrantes, pero en nuestro país también existe este problema, nuestros hermanos viven este mismo problema social, dijo que parte de la solución requiere un trabajo a nivel interinstitucional en donde se debe participar “como iglesia también se debe colaborar, ya lo decía Juan Pablo II: la cultura cristiana y la promoción humana; si no se crean fuentes de trabajo, el desarrollo agropecuario, calidad humana, nivel educativo, en países de los migrantes y en nuestro país, la migración no se va detener”.
Es importante que se crea el desarrollo en sus propios países, “si dejan los campos abandonados, entonces hay que desarrollar el campo y a la tecnología en los estudios de la agronomía, existen escuelas para elevar los niveles educativos esto también genera un progreso en la actualidad, existen muchos factores en los cuales se puede colaborar”.
En relación a las declaraciones que realizara el padre Solalinde, en relación a que la iglesia ha abandonado a estas personas que emigran de sus países, aseguró que quizás esas son las experiencias del padre que ha vivido; “cada quien habla debido a su propia experiencia, tal vez él no ha obtenido la respuesta que ha querido de algún sector de la Iglesia”.
Indicó que tanto la diócesis de Córdoba como la de Orizaba trabajan a través de asociaciones civiles como son las Patronas, “es un programa complejo en donde no sólo se debe involucrar la Iglesia sino todos en general como el Gobierno, las familias y las escuelas; somos muchos los que debemos participar en la solución del problema”.
“Yo creo que el padre está haciendo una labor por los migrantes, es meritoria, pero eso que diga que se siente abandonado ha de ser su experiencia”, aseguró que no ha tenido esa experiencia en esta diócesis ya que mucha gente apoya a estas personas.
Omar Celiseo V.
El Buen Tono
