EXIGEN JUSTICIA Habitantes de Ixhuatlancillo

Orizaba.- Molestos por la aprehensión de uno de sus familiares y al asegurar que hay un posible caso de corrupción en el Juzgado Primero de Pri-mera Instancia, al menos una veintena de pobla-dores de Ixhuatlancillo se plantó en las afueras del edificio ubicado en Norte 3 para exigir justicia. Esta protesta se tornó ríspida por momentos, luego de que los inconformes impidieron a empujones el acceso a los usuarios a ese Juzgado.

 

Los inconformes piden la liberación de Rutilo Francisco de Jesús, quien se encuentra internado en el penal de La Toma, acusado de  despojo, pero a decir de sus familiares, todo obedece a los compromisos hechos por el juez, Agustín Torres Bello.

 

Ayer, poco antes del mediodía arribaron cerca de 20 personas originarias de Rancho Palas, del municipio de Ixhuatlancillo, para exigir al titular de ese Juzgado una explicación por la reaprehensión de su familiar.

 

En julio del 2013 Rutilo fue denunciado por su ex cónyuge Rosa Sixtos Rosas, la cual aseguró haber sido despojada de un terreno ubicado en calle Michoacán, número 6, de la congregación antes mencionada.

 

Al parecer las autoridades ministeriales determinaron que Rutilo tenía que comprobar su inocencia ante un juez, por lo que dicho caso fue consignado y entonces el titular del Juzgado Prime-ro de Primera Instancia confirmó el delito y giró orden de aprehensión, conforme a la causa penal 039/2014.

El juez Torres Bello solicitó a Rutilo la restitución del inmueble a la parte agraviada, pero el presunto se niega, por lo cual le resultó una orden de reaprehensión por desacato.

 

Para el indiciado y sus familiares, en este proceso hay una serie de inconsis-tencias y alegan que hay corrupción en este caso, por lo que piden que se revise a fondo el expedien-te y que se libere a una persona inocente.

 

Momentos  tensos

 

A las 12:00 horas los pobladores de Ixhuatlancillo, inconformes por la detención de Rutilo Francisco, cerraron las puertas del Juzgado Primero de Pri-mera Instancia, en el edificio que también alberga al Juzgado Primero Menor, ubicado en Norte 3, entre Poniente 2 y 4.

 

Los usuarios y abogados que pretendían ingresar o salir tuvieron que esperar y retrasar sus actividades, pues no había forma de quitar a los manifestantes, en tanto no fueran atendidos por el juez Agustín Torres Bello.

 

Incluso la proyectista de esa dependencia, Dennys del S. Caldela, quiso entrar al edificio y le fue negado el acceso.

 

Trascendió que un abogado fue jaloneado y hasta hubo manotazos, por lo que una comisión de cinco personas dialogaría con el juez, para llegar a una resolución pronta sobre este caso y horas más tarde lograron negociar y se retiraron.