Córdoba.- Tienen la concesión estatal para cobrar libremente lo que les plazca por maniobras y arrastres y de nada han servido los reclamos de la población extorsionada, porque cada día los vicios del gruyero se tornan peor.
Debe la autoridad de fijarles una tarifa por cada actividad que realicen para que no pongan precios fuera de toda realidad al hacer una maniobra.
Casi en todos los casos empiezan pretendiendo cobrar una locura por la maniobra y el arrastre y el automovilista ya con la unidad liberada por parte de la autoridad, no puede sacar su coche del corralón por el alto precio que pretende cobrar el gruyero, y después de varios días de “protestar por el precio ante el gruyero” le bajan a su deslocada ambición, pero siendo aún un monto considerable para pagarle, y sin embargo, aún siendo culpa de éste por el cobro excesivo, una vez que llega al acuerdo con el automovilista, pasan tal vez hasta semanas o meses.
Sin embargo, obligan a pagar todos los días por concepto de corralón, además del costo por la maniobra de rescate y remolque al corralón.
Y todo porque cuentan con una concesión que les da el estado y no tienen las tarifas determinadas, dejándolas libremente al gusto del gruyero.
También en contubernio con el delincuente de Barquet, cuando había operativos en la ciudad y la autoridad determinaba que el coche tenía que ser remitido al corralón por falta de algún documento, sorprendían al ciudadano inexperto, obligándolo a que su coche se lo llevara la grúa al corralón, cuando el coche bien podía conducirse sin necesidad de la grúa al corralón.
Pero de esta manera sorprendían al conductor y además de tener que pagarle la infracción a Tránsito, también tenían que pagar elevados costos por el arrastre de la grúa y el corralón y así el gruyero en contubernio con el agente de Tránsito y Barquet, se repartían el botín del robo.
Si el coche camina y el conductor no se está oponiendo a conducirlo al corralón, la autoridad NO tiene el derecho de meterle grúa.
Al igual que en los tramos federales, si la unidad está volcada fuera del camino y no está estorbando en la carretera, el oficial no es quien tiene el mando para ordenar qué grúa hace el rescate.
El derecho del conductor o dueño de la unidad a cotizar y escoger el servicio de grúa de los diferentes concesionarios para que el que mejor le convenga, lo pueda contratar y evitar cobros que hasta por más de cien mil pesos ¡han pretendido cobrar los rateros gruyeros con concesión gubernamental para robar!
Así qué diputados federales y locales, en vez de que se quejen que les digan gordas o flojas, ¡pónganse a legislar y defiendan los derechos de los ciudadanos, que somos los que les pagamos sus sueldotes!
