De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- En la región Córdoba–Orizaba, el paso del tren sigue siendo una fuente constante de contaminación auditiva sin una regulación efectiva. Aunque los modelos de locomotoras varían en su origen, el sonido de sus cláxones alcanza niveles de 120 a 130 decibelios, comparable al de maquinaria industrial.
El ferrocarril de carga que transita por Córdoba es de la empresa Ferrosur de Grupo México conecta a la Ciudad de México con el sureste del país, y transporta mercancía que va desde graneles como maíz, trigo hasta carbón y otros productos minerales, productos manufacturados, petroquímicos y contenedores por la conexión con el puerto de Veracruz.
En colonias cercanas a las vías de Córdoba, Fortín y Orizaba, vecinos registran hasta 85 decibelios durante la madrugada, superando los límites establecidos por la Ley Contra el Ruido del Estado de Veracruz, que fija un máximo de aproximadamente 60 dB en zonas habitacionales y aún menos durante la noche.
A pesar de ello, el tren continúa utilizando la bocina de manera constante, incluso en horarios nocturnos y áreas densamente pobladas, lo que afecta a los moradores.
A diferencia de países europeos, donde el claxon se emplea únicamente en emergencias o pasos a nivel no protegidos, en México su uso es cotidiano.
En zonas montañosas, como las Altas Montañas, el sonido se amplifica para recorrer mayores distancias, incrementando el impacto sobre la población.
La exposición prolongada a estos niveles provoca insomnio, estrés y pérdida auditiva. Por ello, vecinos y especialistas exigen armonizar la normatividad ferroviaria nacional con la ley estatal, garantizando la seguridad operativa sin sacrificar el derecho al descanso y a un entorno saludable.


