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Experiencia de vida y sabiduría

Superiberia

Córdoba.-  “El tiempo no pasa en vano”, “el tiempo vale oro”, algunos de los dichos populares que sólo cuando pasan los años se empiezan a comprender y valorar, así es para los abuelos que tras décadas de vida, hacen recuento de sus vivencias, aman la vida y a todos quienes les dejaron bellos recuerdos, porque abuelos no solo son quienes tienen nietos, sino la experiencia de la vida.

Con 101 años de edad, Esperanza Hermosilla Nievas, se traslada con facilidad ayudada de un bastón por las instalaciones del asilo. Muy bien acicalada, con anteojos y un rostro agradable, la dama más longeva del asilo, platica que es originaria de Tuxtepec, Oaxaca, pero dice que se siente cordobesa, porque desde los 5 años, fue traída por su abuela y mamá a vivir a Córdoba, donde se desarrolló.

“Aquí crecí, me siento más cordobesa que oaxaqueña”, además de haberse casado con Andrés Gutiérrez (+) y tenido a su único hijo cordobés, José Gutiérrez Hermosilla (+) quien el 20 de noviembre del 2013 falleció a los 70 años de edad. En los últimos meses no ha sido fácil el paso de los días para Esperanza, a quien le abate el recuerdo de su hijo, -al platicar de él se le quiebra la voz y no puede contener las lágrimas-, “hay días que me siento deprimida, sin ganas, será por la muerte de mi hijo, dice.

 

FACUNDO, CON 102 A—OS SIGUE ACTIVO

Uno de los rostros más nobles, tiernos y sonriente que se pueden ver al llegar al asilo, es el de don Facundo Aguilar Sosa, quien tiene 102 años de edad y se mantiene activo, cuidando el jardín del asilo, que es su labor favorita, además de cuidar a un gallo y su gallina.

Originario de Xalapa, en busca de trabajo llegó a Fortín de las Flores, donde vivió en unión libre con su esposa, con quien procreó a cuatro hijos, mismos que viven en Veracruz, de quienes dijo “si viven los abones” -ríe-. 

 

A LUIS LE GUSTA LA NATURALEZA

Luis García Pelayo, de 87 años, tiene un año cinco meses de haber ingresado al asilo, dice sentirse a gusto con los cuidados, la limpieza, sobre todo cómodo y seguro. 

Originario del estado de Jalisco, llegó a Córdoba en su juventud a invitación de un hermano, al conocer el municipio y la región, se enamoró de la zona, de la vegetación, el clima y la gente. Siempre prefirió vivir en zonas rurales, como Paraje, Monte Blanco y Tomatlán.

 

SofÌa Dorantes Chavez

El Buen Tono

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