


Agencias
Ciudad de México. — El almirante Rafael Ojeda Durán, exsecretario de Marina, compareció de forma privada ante autoridades federales para aclarar la presunta denuncia que habría realizado sobre redes de huachicol dentro de la Armada. Sin embargo, el alto mando retirado desmintió haber presentado pruebas o documentos formales y aseguró que todo se trató de una “conversación entre amigos” con el fiscal Alejandro Gertz Manero.
La aclaración surge tras la declaración del propio fiscal general durante una conferencia de prensa, donde aseguró que Ojeda le había compartido información sobre mandos navales involucrados en el robo de combustibles. Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron que ni la Marina, ni la Secretaría de Seguridad ni la Sedena tenían registro alguno de denuncias formales hechas por el exsecretario.
En medio de este escándalo, también se confirmó que la nueva administración naval sí elaboró una investigación interna, a través de su Unidad de Inteligencia Naval, la cual fue entregada a la FGR en julio pasado. Este reporte sí contenía nombres y evidencias que derivaron en 15 detenciones, entre ellas la del almirante Manuel Roberto Farías Laguna, mientras que su hermano sigue prófugo. Ambos serían familiares cercanos de Ojeda, a quien también se señala como su protector en el ámbito profesional.
La filtración de parte del contenido de esa indagatoria al diario Reforma habría precipitado la rueda de prensa del pasado 7 de septiembre, originalmente programada para el día 8. Las autoridades reconocen preocupación por la exposición pública de personas que, si bien estaban mencionadas en los documentos internos, aún no eran formalmente investigadas por la FGR.
El caso revela tensiones institucionales, posibles conflictos de interés y deja en el aire preguntas clave sobre el alcance de la corrupción en sectores estratégicos del gobierno. Por lo pronto, el “testimonio” de Ojeda ante Gertz parece más anecdótico que legal.

