

DAMASCO.- El régimen sirio lanzó una nueva ‘ola’ de ataques contra los rebeldes en la ciudad de Aleppo, la cual dejó al menos 32 muertos, entre ellos niños y mujeres, y afectó dos plantas de agua potable.
Los aviones de combate tuvieron como blanco los Distritos de Bustan al Qasr, Al Kalasa, Al Marya, Bab al Nairab, Tariq al Bab y Ard al Hamra.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijo haber documentado 47 muertes desde el viernes anterior, entre ellos cinco niños. Informó que desde el pasado lunes, cuando acabó el cese al fuego, pactado entre Estados Unidos y Rusia, más de 180 personas han perdido la vida, entre ellas 26 menores.
Los fuertes bombardeos significan “un regreso al conflicto abierto”, dijo el mediador de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura.
Desde su punto de vista, se trata de la peor tragedia humana, desde la Segunda Guerra Mundial.
En la zona se encuentran atrapadas unas 250 mil personas que no pueden abandonar el lugar, según denunciaron los “Cascos Blancos”.
El suministro de agua en Aleppo, incluyendo en el Este, que está bajo el control del Gobierno, ha resultado fuertemente dañado por los ataques, alertó el subdirector de la Unicef, Justin Forsyth.
“Aleppo está muriendo poco a poco y el mundo está observando. El agua está siendo cortada y el bombardeo es sólo el último acto de inhumanidad”, dijo.
