

Córdoba.- Con el rostro salpicado de “mezcla” y un sombrero de paja para cubrirse del sol y la lluvia, Mario Linares Rodríguez cumple con su jornada laboral, la cual supera las ocho horas diarias. Desde el segundo piso de una casa en construcción, le da instrucciones a sus compañeros.
Mario ha pasado 45 años de su vida al lado de la “cuchara”; entre andamios, varilla y cal, ha logrado sacar adelante a sus cinco hijos. Desde muy pequeño, acudía a las construcciones en compañía de su padre, quien le enseñó el oficio de la albañilería.
Hoy tres de mayo, los trabajadores celebran el Día del Albañil, misma fecha en que se celebra el Día de la Santa Cruz; con este motivo, los albañiles colocan una cruz en lo más alto de las construcción. Para quienes tiene suerte, sus patrones les ofrecen una comida a manera de celebración.
Éste es un día de algarabía para todos aquellos que cargan en sus hombros la responsabilidad de una construcción fuerte que albergará hospitales, casas, hoteles, entre otras comodidades de la vida moderna.
“El que está empeñado en este trabajo, lo considera bueno”.
De acuerdo al último censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México existe un total de 2 millones 419 mil 203 albañiles. En su mayoría, y pese a su oficio, no cuentan con vivienda digna y mucho menos con seguridad social; Mario se encuentra dentro de las estadísticas.
“Al que más gana le tocan como 1 mil 700 quincenales, de ahí en fuera les tocan hasta 1 mil 200. Los patrones no nos dan seguro y aquí seguro nos damos un mal golpe; no tenemos garantía de nada”, citó Mario.
A pesar de las carencias propias de su oficio, Mario aseguro que uno de los mayores logros que le han dejado la pala y la cuchara ha sido lograr que sus hijos estudiaran más allá de la primaria. De los cinco hijos que procreó, uno ingresó al seminario, y actualmente se encuentra en Roma, en espera de su nombramiento como sacerdote. Otros de sus hijos estudiaron carreras como diseño gráfico y algunos más radican en los Estados Unidos.
Pese al transcurso del tiempo, Mario consideró que el trabajo de un albañil sigue siendo poco reconocido. La vida se pasa entre las obras en donde los compañeros se han convertido en una segunda familia y se suman este día a celebrar su Santa Cruz.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono
