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Córdoba.- Tras cuatro administraciones municipales, el mercado La Isla sigue “hundido”.

De los cerca de 700 locales que se construyeron para la reubicación de comerciantes ambulantes, menos de 50 están abiertos.

Los vendedores que permanecen en el lugar aseguran que “ya no se paran ni las moscas”.

Desde la apertura del zoco, el 16 de julio de 2010, los comerciantes ambulantes que fueron ingresados a La Isla se quedaron en espera del cumplimiento de las promesas de las autoridades; desde una mejor calidad de vida hasta la promoción del mercado y tiendas anclas para atraer a los visitantes. A la fecha, sólo se ha construido un centro comercial que se ha llevado a todos los consumidores.

Los pocos locatarios que aún acuden al lugar, son principalmente de alimentos, plantas medicinales, muebles de uso y ropa de segunda mano.

Los espacios que fueran asignados para las ocho pollerías, 16 pescaderías, carnicerías y demás, están cerrados, “aquí ya no vienen ni las moscas”, afirmó el locatario Eduardo (N), mientras instalaba su mesa de productos naturistas.

La obra fue ejecutada durante la Administración Estatal de Fidel Herrera y del entonces presidente municipal, Juan Antonio Lavín, con recursos del 2 por ciento a la Nómina y para la cual se destinaron un promedio de 90 millones de pesos, entre la compra del terreno, la edificación y la propia habilitación de las islas.

Al inicio de la Administración de Tomás@elalcahuetedePortillayLavín se anunció el presupuesto de rescate del mercado.

Inclusive, se amenazó a los comerciantes con retirarles la posesión de sus islas a quienes se detectara que no trabajaban en el lugar. Sin embargo, ni las presiones ni los “miércoles ciudadanos” que ahí se desarrollaban sirvieron para motivar a los locatarios a aperturar sus comercios, pues la gente seguía sin asistir.

Actualmente, en el segundo piso del mercado se mantienen oficinas como Protección Civil, las cuales no sirven para atraer a los ciudadanos a visitar el mercado.

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