


AGENCIA
Nacional.- La histórica elección judicial del 1 de junio en México, que prometía un aire fresco al Poder Judicial, enfrenta un arranque turbulento. A pocos días de haber asumido sus cargos, varios jueces electos comenzaron a presentar su renuncia en estados como Tamaulipas, Durango y Veracruz, dejando al descubierto problemas de selección y falta de experiencia en los perfiles designados.
En Tamaulipas, el Congreso estatal confirmó la dimisión de cuatro jueces electos en materia Civil o Mixta: Anabel Almazán Botello, Yaritza Adziry Bonilla Molina, Javier Colunga Reséndiz e Ivonne González Salinas. Sus suplentes tomarán protesta el 30 de septiembre para integrarse al nuevo Pleno Judicial el 1 de octubre de 2025. Sin embargo, los cuestionamientos sobre su preparación son evidentes: Varios de ellos obtuvieron su título profesional hace apenas tres a cinco años y contaban con experiencia mínima como auxiliares administrativos o jurídicos.
Durango también sufrió contratiempos. El juez Héctor Zaragoza Solís no acudió a la toma de protesta del 28 de agosto, alegando problemas de salud. La presidenta del Nuevo Organismo de Administración Judicial, Tania Julieta Hernández, explicó que será sustituido por un secretario de acuerdos y que en 2027 se abrirá una nueva convocatoria, dejando un vacío en la estructura judicial estatal.
En Veracruz, la jueza laboral Verónica Loyo Chacón renunció apenas dos días después de rendir protesta, debido a su rechazo a la adscripción asignada. A pesar de contar con una maestría en Derecho Laboral y más de una década en la Secretaría del Trabajo, carecía de experiencia previa dentro del Poder Judicial, lo que provocó retrasos en la conformación del nuevo órgano judicial estatal.
Las renuncias reabren un debate crítico sobre la idoneidad de los perfiles electos y sobre la capacidad del sistema judicial para garantizar independencia, profesionalismo y experiencia en sus integrantes. La falta de preparación y la pronta dimisión de los jueces recién electos evidencian que la reforma judicial enfrenta todavía grandes desafíos antes de consolidarse como un verdadero cambio estructural en el país.
Igual y fue un arreglo, les dan el cargo y cuando renunciaran, los sustitutos sean de Morena.
¡Se aventaron al ruedo sin ser toreros, se les aparece el toro y no les queda otra que correr! La SCJN era otra de las instituciones que eran un orgullo para los mexicanos, ¡ahora sólo dan vergüenza!
Pues si las judicaturas estaban infestadas de nepotismo y compadrazgo, pues obvio que se tenía que hacer limpieza y si renunciaron está bien, a nadie se le puede retener a la fuerza.

