De la redacción
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— El coordinador de Catastro municipal, Saulo Jordán Suazo, fue víctima de un asalto la tarde del viernes mientras se dirigía a la Ciudad de México acompañado de su pareja sentimental, la excandidata panista Aranxa Valeria Trujillo. El atraco ocurrió en plena zona de las Cumbres de Maltrata, donde cinco sujetos fuertemente armados, con rifles de uso exclusivo del Ejército, les cerraron el paso y los despojaron de todas sus pertenencias y del vehículo en el que se trasladaban.
La propia Aranza difundió un video en redes sociales donde relató que fueron llevados a un monte, a un kilómetro de distancia de la carretera, donde permanecieron privados de su libertad durante una hora. Los delincuentes los mantuvieron bajo vigilancia armada mientras huían con lo robado.
Sin embargo, lo que más indignación ha generado no es el asalto en sí, sino la descarada ausencia de Saulo Suazo en sus funciones, ya que el hecho ocurrió en horario laboral, cuando debía encontrarse trabajando dentro del Palacio Municipal. Pero lejos de ser una excepción, su abandono del cargo es la norma. Es un funcionario parásito, que rara vez pisa la oficina, y cuya inutilidad es bien conocida por los ciudadanos.
Prepotente, arrogante, y carente de compromiso, Saulo ha convertido la Coordinación de Catastro en su botín personal, donde ni atiende, ni resuelve, ni responde. La atención al público es deficiente, los trámites se retrasan sin explicación, y la gente se topa con un muro de indolencia cada vez que acude a su área.
