Por: ALELUYA MORENO LORENCES OROPESA / columnista
Por donde miremos, escuchemos y aspiremos todo lo relativo a Gobierno remite a transas, desconfianza y rencores anidados; así festejen alegremente logros ciertos la sociedad civil está harta de mentiras, al punto de que ni sus magros y exaltados resultados impresionan.
Durante dos semanas resetearon imágenes y verbos digestos del Quinto Informe para incrustarnos, convencernos y vendernos el liderazgo maquillado del señor Presidente, las bondades del modelo neoliberal consolidado por las reformas constitucionales de 2012, así como la conveniencia de que el programa continúe sin importar quién gane en las próximas elecciones.
No les preocupa su incapacidad de remontar el prematuro desgaste del actual régimen, ni ocultar el ejercicio autoritario del poder durante cinco años a favor de números macro-económicos del capital financiero, ignorando acciones patibularias contra millones de opositores. ¿Quién puede dejarse confundir por una campaña publicitaria donde todo es jauja discursiva, contrariando ofensivas vivencias
cotidianas?
EPN autorizó durante el pasado año 37 mil 261 millones de pesos para los medios de comunicación de masas, la mayoría de los cuales va a dar a los bolsillos de Televisa/TV Azteca, cobrándonos muy caro la restauración de sus errores personales y del ejercicio unilateral del poder a favor del capital financiero, aparentando la culminación exitosa de un sexenio que refrendó nuestra dependencia absoluta del imperialismo neoliberal: de hacer lo propio, poner la espalda sin chistar, en 20 años ingresaremos al pequeño círculo de los países desarrollados, asegura el discurso oficial.
Promotores de la hegemonía, evitan explicarnos que la participación en el milagro prometido nunca será justa: pocos lo hacen ya con ilimitados privilegios; otros, los políticos de oficio, amortiguando y administrando la crisis del capital. La mayoría del pueblo como fuerza de trabajo, adquirida barata y cazada en un mercado de básicos consumistas encarecidos.
El escenario de la explotación en México ha sido limpiado al costo de miles de millones de pesos bajados del erario durante 50 años para financiar al reformismo de derecha y la represión de la izquierda revolucionaria; así como destruyendo derechos sociales, represión, desaparición y muerte de miles de opositores. Tan sólo en los últimos cinco años, 106 activistas sociales han sido asesinados en medio de nuestras calles y avenidas atascadas de policías y militares, ante una sociedad impasible, frustrada por incapaz de hacer algo digno al respecto.
¿SUFRAGIO en EFECTIVO?, ¡SÍ, ACEPTO LA REELECCIÓN!
Integrada una banda inmensa de políticos de oficio y funcionarios relacionados directamente al proceso de elección de representantes públicos acostumbrados al olor del dinero allegado mediante vínculos de estirpe, compadrazgos y compromisos delincuenciales, a partir de 2018 podrán permanecer eternamente en sus cargos acotando más el poder presidencial federal sexenal al ámbito de la Administración eficiente del ornamental aparato de Gobierno, gracias a las reformas que legalizan su reelección continúa bajo el viejo principio de ‘vale más malo por conocido, que nuevo por conocer’.
Protegido por una casta aristocrática gobernante incapaz de gozar de la confianza ciudadana, es absoluto el control político estratégico del Estado profundo, sin haber cabida en sus planes a sorpresas nacionalistas, anarquistas o retrógradas.
Quien aspire a la gobernanza de un País sometido, habrá de cumplir religiosamente con las reglas del juego, constituidas, probadas, regularizadas y normadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), resumidas a partir del 8 de septiembre de 2018 en una sola exigencia práctica: control efectivo de masas y autocontrol, para no marearse con el poder gozado temporalmente.
NO ES LO MISMO PROMESA DE CAMPAÑA, QUE PROGRAMA DE GOBIERNO INSTALADO
Quien quiera pasarse de listo creyendo estar en libertad de lanzarse a la contienda electoral con programas que atenten contra las reformas caramente impuestas, ya es, y será tratado como loco de remate y trasnochado peligro patrio.
Si bien el juego del poder no pena en campaña a aspirantes prometiendo y haciendo lo que les venga en gana a fin de calentar la puja animando la contienda gracias al verbo de viejos fulleros, quien viole el principio creyendo que podrá hacer programas de Gobierno con arengas de coyuntura, se expone a sufrir el síndrome de Trump.
Apoyándose en la industria local, en el mercado interno y en fanáticos de ultraderecha con medidas proteccionistas anquilosadas Donald pretendió reventar las relaciones económicas internacionales del capital financiero neoliberal, quienes siempre le negaron el acceso a su club de inversionistas, especialmente en México, por eso tanto rencor ¿contra nosotros? Pasados los efectos del golpe de estado electorero, a menos de 8 meses, extraviado en las tramas del poder de Washington, Wall Street y Davos, quien de todo lo que tocaba hacía oro, ha sido sometido.
Contra toda percepción peliculesca sobre el poderío personal del presidente gringo, tampoco es libre de accionar los medios marines lanzando ofensivas punitivas contra el mundo, ni de apretar con su dedito el botoncito nuclear. No dispone siquiera de un Congreso incondicional, a pesar de que el partido que lo postuló controla la mayoría.
CUITAS DE UN BEATO, SIN CONGRESO MAYORITARIO
En el caso de ejemplos caseros, anecdóticos, vernáculos, chistosos, equivale a no entender que ya no hay cabida para el ejercicio unipersonal del poder del Presidente Nacional en turno. La figura del patriarca implacable corresponde a sociedades aisladas, pre-imperiales.
Ahora, exitosos enclaves neocoloniales son pastoreados por gerentes expertos, vulgares presidentes generales empresariales habilitados como gobernantes; capacitados para ejercer temporalmente su último encargo en funciones públicas, con caros apoyos mediáticos, grandes sueldos, enormes compensaciones, aspiran a fantásticas jubilaciones.
Quienes gocen del poder federal principal pasan a retiro rigurosamente vigilados evitando que, nostálgicos, alucinen poniendo en riesgo delicados secretos de Estado como los 12 millones 406 mil 136 expedientes reservados, acumulados desde hace 17 años, negados al conocimiento de la sociedad durante el tiempo necesario para que por Ley prescriban delitos, especialmente para evitar que enemigos no previstos sustenten crímenes de lesa humanidad.
Bajo estas premisas duras e implacables del poder, es de tontos cándidos creer que Don Peje, Beto y Ricardo Anaya, Dante Delgado, Margarita Calderón, el Bronco, Moreno Valle, Meade-Narro o quien resulte ungido, pretenderá hacer lo contrario al programa económico-político transexenal trazado.
BIENVENIDA LA DEMOCRACIA SOCIAL
A pesar de tanto poder desplegado, una aberración ensombrece la hegemonía: dispone del poder legal avalado por su cohorte, pero no goza de legitimidad, viendo opacados sus delirios democráticos. Contradictoriamente, la exigencia de masas para acabar con tanta transa es el mejor pretexto del poder para cerrar el horroroso capítulo de los “políticos mercaderes a la mexicana”, tan bien representados por aquel pintoresco personaje caciquil de Ixmiquilpan, Hidalgo, simbolizado genialmente por Rius.
Del Gobierno Nacional al régimen empresarial. Una vez que fueron usados los políticos de oficio para instaurar las reformas neoliberales, bienvenida la era de la merca-política donde la base del control deseado deviene del cumplimiento administrativo funcionalista del cargo, dejando las cuitas político-jurídicas en manos de un Congreso de la Unión cooptado, dócil a dictados del poder cimentado.
Pasada la próxima contienda electoral, el INE recibirá menos recursos, porque también le pegará el ajuste de presupuestos: los partidos políticos sobrevivientes dispondrán de canonjías limitadas; se recortará la cantidad de diputados y senadores ajustando salarios y prestaciones. Perderán el fuero, a la par de gozar de continuidad en los cargos, gracias la reelección facilitada. Cumpliendo las exigencias del BM para adelgazar al Estado, los recursos económicos ahorrados se destinarán al pago puntual de intereses encarecidos de la deuda externa.
Los próximos Don Perpetuos Millenials, saldrán de entre quienes entiendan estos sencillos principios del poder imperial neoliberal: -hasta ahora, hemos tolerado ineptos, pero no más en tiempos de nuestro pragmático dominio financiero absoluto, que, ni siquiera pide consejas, sino simples ejecutores eficaces de lo indicado-.
PARTIDOS DEBILITADOS, FRENTES BALDADOS
Puesto que ninguno de los partidos registrados fue capaz de ganarse la confianza de las masas, controlándolas y dirigiéndolas sin chistar, el Sistema indica y facilita la táctica de integración de frentes o agrupaciones para corregir la aberración de lograr pocos votos, a pesar de caros presupuestos.
De las elecciones de 2017, los estrategas de Estado derivaron conclusiones frustrantes sobre las expectativas fallidas de todos los partidos, incluido el fullero estrella de Morena. Aun coalicionados, no lograron superar la tendencia abstencionista, desgarrándose entre sí por los escasos votos. Para calentar la puja y evitar la repetición del fracaso, el Estado ideó y filtró la táctica de integración de frentes y coaliciones dirigidas en principio contra el PRI corrupto, anatematizando al malévolo dueño de Morena y en contra del PAN controlado por el ultra oportunista Ricardo Anaya.
Los descalificativos de enemigos imaginarios nada tienen que ver con su circense naturaleza domesticada, pues ninguno se propone excesos dictatoriales, beneficios populistas, ni retrógradas transformaciones nacionalistas. Así que los frentes y coaliciones promocionados son para simular apertura democrática, sin importar que sus idearios y programas no coincidan, para evitar el riesgo de perder registros, así como para prevenir futuras fusiones, al no evitarlo.
Además, se alían para hacernos creer que la democracia implicada en agrupaciones partidarias propiciará la apertura y el desarrollo democrático del régimen y del Congreso, facilitando, gane quien gane, la integración de gobiernos paritarios. ¿Podrá la perruna lobada, compartir el comedero?
CUATRO VARIANTES DE LA MISMA CANTALETA
La Alianza de Morena con el PT, ya tiene quien la confronte en tiempos de precampaña: el Frente Ciudadano por México (FCM) formado por el PAN, PRD y MC, sin cerrarse a próximas filias, en tres etapas: primero para dialogar e integrar un programa nacional de desarrollo, luego para participar en la contienda eligiendo al más apto candidato y, al ganar las elecciones, para integrar un Gobierno representativo y, por ende, así legitimado.
Desde sus intereses grupales y, a su manera, estas dos agrupaciones van en contra el PRI/PVEM para sacarlos del poder, con AMLO a la cabeza de la cruzada populista, según negocios estadísticos que de jugar con tendencias viven. En contra de postular caudillos, el FCM impulsa la conciliación para remontar
el desprestigio de la
partidocracia.
Los partidos charales -PANAL, PES- harán lo que bien saben para conservar el registro: servir de comodines a favor de quien pague mejor sus serviciales aportaciones. Jugando al golpe de mano, “independientes” como Ríos Piter, aspirarán a colarse en algún cargo, o a vender sus ósculos al mejor postor.
Las cartas jugadas por el Estado para calentar la contienda electoral, han sido volteadas: en precampaña arranca la táctica simulatoria del ataque triangulado de Morena-PT, FCM y los charales/independientes en contra del desprestigiado PRI, con el objetivo de quemar a los aspirantes mejor posicionados. En campaña, con base en los acuerdos unitarios de los frentes o coaliciones y, considerando la aberración partidista de elegir candidatos mediante consultas comerciales y no a propuesta de sus asambleas, postularán a los apropiados.
La coalición del PRI-PVEM-PANAL-PES postulará una fórmula democrática social equilibrada de experiencias políticas y económicas incluyentes de la mesura de José Narro, la experiencia económica de Meade y de las relaciones políticas de Videgaray, en contra de la fórmula socialdemócrata del PAN/MC/PRD, pero con la posibilidad de aliarse de ser necesario, para bloquear a Morena-PT. No obstante, con cualquier fórmula el sistema hegemónico gana, pues ninguno se propone contrariarlo.
De ser así, ¿cuál es la razón de tanta chachalaca? Aparentemente, atizar la campaña con el coco de AMLO, motivando a las maleables masas para que voten masivamente en contra del peligro que representa para México el gemelo de Maduro. Sin embargo, otra es la razón estratégica de Estado, para mover así sus piezas.
ENEMIGO NECESARIO VERSUS ENEMIGO VERDADERO
Antes del inicio de las campañas hemos de ver inesperadas alianzas, novedosos amigos y nuevos enemigos enrocados entre los partidos de Estado, para influir en la decisión de masas. A su pesar, no podrán remar contra el 70% de abstencionistas inconformes, molestos, rencorosos, enojados, ofendidos, afectados y empobrecidos por el modo de vida y trabajo impuesto.
Predispuesta a no participar en el circo electoral, la mayoría abstencionista no se niega a la acción política, pues la decisión de no votar es una efectiva operación contestataria contra el régimen constituido, además de descalificar con su postura irredenta, a los oportunistas de siempre.
Sensibilizado por un programa político-económico diferente enarbolado de manera distinta por un candidato atípico, el abstencionismo puede revertir la tendencia abstencionista con márgenes de criticidad ascendente.
Es el caso de la candidata del Congreso Nacional Indígena (CNI), que incorporará a miles de campesinos, miembros de etnias y de la sociedad civil a la participación electoral sin denigrarlos, ni utilizarlos para hacer negocio electorero. Por eso, la primera reacción infantil de AMLO anatematizó la intención del CNI cuándo sólo era un proyecto, pues le quita la bandera del principal opositor a la permanencia de mafia en el poder.
Ahora, un gran porcentaje de los que votan y de quienes anulan su voto criticando al sistema y castigando tranzas, podrá ejercer su derecho a elegir con dignidad una opción opositora diferente.
Con las reservas implicadas en el caso debido a su curvilínea trayectoria, pero con todo el derecho a actuar en consecuencia al final de su prolífera y simbólica vida política, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y los cientos o miles de congéneres que representa y convoca, ya manifestaron su apoyo a Mary Chuy, no tanto por el deseo de ocupar sitios cooptados del Congreso sometido, sino para participar en otro modo de concebir, planear y hacer política e intentar hacer historia patria.
