Altas Montañas.- Los nuevos impuestos especiales a las bebidas saborizadas y la limitación de la deducibilidad de las prestaciones laborales que trajo la reforma fiscal, derivaron en despido de personal de la industria refresquera que, a su vez, decidió interponer demandas al considerar “injustificada” su salida de las empresas.
La Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) del Distrito Federal registró un aumento de 10 por ciento en la carga de juicios individuales respecto del 2013, debido a un incremento en las demandas que interpusieron trabajadores de la industria refresquera fueron despedidos por los “ajustes” que hicieron las empresas en sus plantillas por la reforma fiscal.
La presidenta de la JLCA, Darlene Rojas, señaló que se trata de demandas individuales por despido injustificado por el recorte que hicieron las empresas y que acusan que no recibieron su liquidación.
demandas nuevas
Explicó que anualmente se registran alrededor de 30 mil demandas nuevas, pero este 2014 hubo un aumento de 10 por ciento respecto al año pasado, ya que se detectaron alrededor de tres mil asuntos relacionados con demandas de despido injustificado de trabajadores de la industria refresquera.
“Este año hablamos de tres mil asuntos más. Hicimos un estudio y estos casos tienen que ver con refresqueras, esto es que por el aumento de los impuestos en las empresas que utilizan azúcar en la elaboración de bebidas, hicieron un recorte de personal”.
Y añadió: “Las mismas empresas nos lo han comentado, que lo que hicieron para no pegarle a la parte baja de los trabajadores fue recortar puestos directivos aunque también hay demandas que tienen que ver con la base trabajadora”, aseveró.
El director del despacho Bettinger Asesores, Herbert Bettinger, dijo que la industria refresquera ha perdido alrededor de tres mil 500 empleos y criticó que si bien, la comida “chatarra” y las bebidas azucaradas sufrieron un aumento en el impuesto, éste es inequitativo y perjudica en mayor proporción a las empresas refresqueras.
“En la comida chatarra si la empresa baja las grasas deja de pagar impuesto, pero en el caso de las refresqueras, aunque se bajen los niveles de azúcar se paga”, dijo.
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