


Tania López
El Buen Tono
Fortín.- El comercio informal ha tomado las calles del municipio de manera persistente, un fenómeno que ciudadanos y comerciantes locales atribuyen directamente a la administración de Gerardo Rosales Victoria. Cada miércoles, la presencia de vendedores ambulantes provenientes de Tecamachalco, Puebla, genera congestión, banquetas bloqueadas y pérdidas para los comercios establecidos, mientras la gestión municipal obtiene ganancias considerables al permitir esta situación.
De acuerdo con vecinos, Humberto Chacón, director de Comercio, actúa como operador del presidente municipal y coordina la instalación de los tianguis. Cada locatario paga entre 500 y 600 pesos por metro cuadrado, y entre 300 y 400 vendedores ocupan las diferentes zonas, lo que representa un ingreso semanal importante que, aseguran, beneficia directamente a la administración.
Comerciantes locales señalan que estos puestos foráneos desplazan sus ventas y que el ayuntamiento permanece inactivo ante la problemática. “No es comercio popular, es un negocio que beneficia a unos cuantos con el aval del presidente municipal”, afirman.
El bulevar Córdoba–Fortín y zonas como la avenida 1 quedan intransitables por el tianguis, mientras ambulantes operan sin control. Ciudadanos exigen frenar el desorden y los beneficios que obtiene la autoridad. El reto para la próxima administración será acabar con esta corrupción disfrazada de comercio.

