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La seguridad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos vuelve a estar en el centro de la atención después de que Google revelara intentos de ciberataques dirigidos a las campañas de los principales candidatos. Un grupo de hackers afiliados a Irán, conocido como APT42, ha estado intentando desde mayo comprometer las cuentas de mensajería de personas cercanas al presidente Joe Biden y, especialmente, al expresidente Donald Trump. A pesar de los esfuerzos por detener estos ataques, la amenaza persiste.
APT42 ha lanzado una serie de ataques que buscan infiltrarse en las comunicaciones personales de figuras clave dentro de las campañas presidenciales. Aunque tanto demócratas como republicanos han sido objetivos, el equipo de Donald Trump ha sido uno de los más atacados. A pesar de los numerosos intentos de los hackers iraníes, el equipo de Trump ha logrado resistir con éxito la mayoría de estos ataques, lo que subraya su capacidad para enfrentar amenazas cibernéticas internacionales.
Los ciberpiratas de APT42 emplean tácticas de phishing, haciéndose pasar por periodistas para contactar a sus objetivos y enviar enlaces fraudulentos. Su objetivo es acceder a la información confidencial de las personas cercanas a los candidatos. Google ha señalado que este grupo de hackers tiene vínculos directos con los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, un adversario reconocido del expresidente Trump.
El equipo de campaña de Trump ha respondido con firmeza a estos ataques, reforzando sus sistemas de seguridad digital y manteniendo una postura decidida frente a las amenazas extranjeras. Trump, conocido por su enfoque fuerte hacia Irán durante su administración, ha reiterado su compromiso con la protección de la integridad de las elecciones estadounidenses.
Los ataques cibernéticos desde Irán reflejan el temor que ciertos actores extranjeros tienen frente a una posible victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024. Mientras tanto, el expresidente y su equipo han demostrado su determinación para proteger la soberanía de Estados Unidos contra cualquier intento de interferencia. La postura firme de Trump frente a Irán sigue siendo un tema central en la lucha por mantener la integridad del proceso electoral, enviando un mensaje claro a aquellos que buscan influir desde el extranjero.