

AGENCIA
Buenos Aires, Argentina.- Un total de 2 mil 938 personas permanecen evacuadas en la provincia de Buenos Aires tras las intensas lluvias que provocaron severas inundaciones durante el fin de semana. Las precipitaciones, que se extendieron hasta la madrugada del domingo 19 de mayo, afectaron principalmente el norte provincial, así como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Área Metropolitana, donde residen cerca de 15 millones de personas.
Las autoridades locales reportaron que tres personas siguen desaparecidas, entre ellas una pareja que se desplazaba a caballo en la localidad de Rojas y un hombre de 78 años que circulaba por la ruta 41 cuando fue sorprendido por la tormenta.
El número de evacuados ha disminuido en comparación con el pico registrado la noche del sábado, debido al descenso progresivo de los niveles de agua. Sin embargo, persisten riesgos por daños estructurales en viviendas y condiciones insalubres en las zonas afectadas.
El fenómeno activó protocolos de emergencia en distintos niveles de gobierno. Brigadas de rescate, personal técnico y unidades médicas han sido desplegados para asistir a los damnificados, junto con la distribución de insumos básicos como agua potable, alimentos, ropa seca, colchones y mantas.
Vehículos especializados recorren zonas rurales aún incomunicadas por las anegaciones, mientras que drones, binomios caninos y equipos de búsqueda trabajan en la localización de los desaparecidos.
Las lluvias acumuladas superaron por cinco veces el promedio habitual para el mes de mayo -que ronda los 70 a 80 milímetros-, saturando los sistemas de desagüe y provocando desbordamientos repentinos. Según el Servicio Meteorológico Nacional, se trata de un evento de magnitud excepcional.
El gobernador Axel Kicillof atribuyó parte de la gravedad del fenómeno al cambio climático, recordando que en marzo pasado Bahía Blanca también fue escenario de fuertes inundaciones.
Aunque la situación comienza a estabilizarse, las autoridades instan a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales, evitar zonas inundadas y seguir las indicaciones de seguridad. La vigilancia continúa ante el riesgo de nuevas precipitaciones y la necesidad urgente de restablecer los servicios básicos en las comunidades afectadas.
