Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba. – El material utilizado para las guías podotáctiles en la calle 9 no cumple con las normas oficiales. Un video desde Puebla muestra cómo deberían ser estos carriles táctiles.
Lo que se presentó a la ciudadanía como un símbolo de progreso e inclusión, se ha convertido con las primeras lluvias en una pista de obstáculos y un peligro para peatones. Las guías instaladas en el centro de la ciudad, lejos de facilitar la movilidad, son una superficie resbaladiza que ya causó el primer accidente, con intervención de servicios de Urgencias, evidenciando una obra mal ejecutada y posiblemente ilegal. Esta situación resulta grave, sobre todo considerando los 26 millones de pesos invertidos en la rehabilitación, financiada con recursos de los parquímetros municipales.
La instalación, promovida como un avance en inclusión social, enfrenta fuertes críticas por convertirse en un riesgo público durante la temporada de lluvias. Vecinos y usuarios coinciden en que las superficies táctiles, diseñadas para orientar a personas con discapacidad visual, se vuelven resbalosas al mojarse, poniendo en peligro a todos los peatones.
Testimonios señalan que el material empleado, similar a caucho o plástico para interiores, carece de propiedades antiderrapantes y viola normas oficiales como la NOM-034-SCT2/SEDATU-2022 y NMX-R-090-SCFI-2016, que exigen seguridad bajo condiciones climáticas adversas. “Se convierten en pistas de hielo cuando llueve”, afirmó un usuario tras resbalar.
Las deficiencias no solo están en el material. Fotografías muestran errores graves de instalación: las guías fueron colocadas frente a postes eléctricos y cajas de concreto de la CFE, creando obstáculos peligrosos que contravienen su propósito. “¿De qué sirve guiar a alguien hacia un poste?”, cuestionó un ciudadano, alertando sobre el riesgo para personas con discapacidad visual.
Este caso se suma a una serie de irregularidades en la obra de la calle 9, entre ellas la contratación de una empresa sin experiencia comprobada para este tipo de trabajos. Ana Patricia Rodríguez de la Vega, propietaria de una ferretería en Ixtaczoquitlán, recibió el contrato de 26 millones de pesos sin cumplir con los requisitos técnicos, especialmente para el cableado subterráneo, que requiere certificaciones especiales de la CFE.
A las fallas se añade la fragilidad de las losas de concreto adyacentes, similares a las que en el Centro Histórico se agrietaron en menos de un año, además de la reubicación cuestionable de infraestructura eléctrica que ha afectado comercios locales.
La obra, valorada en 26 millones de pesos provenientes de fondos de parquímetros, se promociona con hashtags como #CórdobaIncluyente y #AccesibilidadParaTodos. Sin embargo, los hechos revelan que se trata de otra obra mal planeada que, lejos de garantizar derechos, expone a la ciudadanía a nuevos riesgos y representa un desperdicio de recursos públicos que deberían beneficiar a la comunidad.


