


Orizaba.- “Los mimos representamos las cosas con hechos no con palabras”, el mimo Mike es uno de los personajes que se han vuelto característicos en la calle Madero del Centro Histórico de Orizaba, es una forma de expresión y de ingreso para jóvenes que carecen de un empleo formal.
La historia del mimo Mike inició desde hace dos años por medio de un concurso de disfraces de una iglesia, “yo no sabía de qué disfrazarme, sí sabía que debía ser algo de acuerdo con mi personalidad”.
Según relató buscaba algo que representara las cosas con hechos y no con palabras, sin embargo, consideró que es un personaje excéntrico y alegre, pues hace cosas alocadas, no obstante que los mimos parecen estar tristes.
“En el tiempo pasado eran algo triste, es expresar de forma graciosa alguna situación triste”, expresó Mike al relatar que ha estudiado expresión corporal, sin embargo, es en la calle donde más ha aprendido por la práctica, ya que por necesidad tuvo que salir a trabajar.
Dentro de la expresión corporal ha aprendido la expresión facial, mostrando los sentimientos a través de las gesticulaciones, detalló el mimo Mike.
Él trabaja cada dos días en la calle Madero con el permiso correspondiente, dedica alrededor de dos horas para maquillarse, presenta su show por espacio de tres horas, lo único que le impide trabajar a veces son las inclemencias
del tiempo.
Los ingresos, según dijo dependen de la época, la mejor es entre los meses de enero y abril donde llega a obtener más de 100 pesos por día, “cuando hace mucho calor nos desgastamos y se cae el maquillaje, pero cuando hace frío la gente no sale”.
Lo máximo que ha obtenido por un show con equipo de sonido, con bocinas son 400 pesos, pero implica el traslado y pago de taxis.
Entre las satisfacciones de ese trabajo es la alegría brindada a los niños de la calle quienes ven al personaje actuando, según relató Mike, “cuando llevo dulces se los doy a esos niños y pasan y van riéndose a pesar de su pobreza, eso es lo que me gusta de irme al centro”.
Lo más triste para Mike es cuando la gente lo ignora —no por el hecho de no cooperar– si por la indiferencia del mundo globalizado que hace transitar a la gente de manera mecanizada, “te da tristeza que dedicas dos horas de maquillaje y te ignoren”.
LUIS MIGUEL LÓPEZ-MENA
EL BUEN TONO


