

Chihuahua.- Esperanza Chaparro Sáenz, de 19 años, estaba por iniciar el cuarto semestre de administración agroindustrial en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), cuando desapareció, el 26 de enero, tras salir de su trabajo.
Sus padres la buscaron durante más de un mes y el domingo pasado un hombre la encontró, muerta, con señales de violencia, en un camino de terracería conocido como Las Cochinillas.
Según las primeras investigaciones la joven fue violentada y asesinada hace cuatro semanas; el proceso de descomposición ya era avanzado y supieron que se trataba de Esperanza hasta ayer lunes porque portaba la ropa que llevaba la joven el día que desapareció.
Ese día, el 26 de enero, la joven universitaria salió a las 10:00 de su casa, ubicada en la colonia Vista Cerro Grande, al sur de la ciudad, con rumbo a su trabajo, una mercería ubicada en la calle Victoria, en el centro, a la que sólo asistía medio tiempo los domingos.
Concluyó su jornada a las 14:00 horas y se dirigió a la parada del Vivebús que se localiza en las calles Victoria e Independencia.
Los videos de ese momento son los únicos a los que tuvieron acceso los padres de la joven porque los que registraron el trayecto en el que desapareció, nunca se los proporcionaron.
Durante un mes, la familia solicitó los videos de las cámaras de vigilancia a la Dirección de Vialidad, sin obtener respuesta.
Ante la falta de respuesta, la familia se unió a la asociación Justicia para Nuestras Hijas con el fin de que coadyuvara en el caso.
A la búsqueda de Esperanza también se sumaron familiares, amigos del grupo católico al que asistía, compañeros de la universidad y madres de otras mujeres y hombres desaparecidos en Chihuahua.
Según datos de la fiscalía, el cuerpo de Esperanza fue abandonado hace cuatro semanas aproximadamente y presenta huellas de violencia.
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