


AGENCIA
Nacional.- La Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó una denuncia penal por presuntas irregularidades por más de 35 millones de pesos durante la gestión de María Elena Álvarez-Buylla Roces al frente del extinto Conacyt. Entre las irregularidades detectadas, se señalan asignaciones fuera del marco legal, contrataciones sin evidencia documental y pagos anticipados sin justificación, según la auditoría número 92 de la Cuenta Pública 2021.
Mientras tanto, su hija, la artista visual Jimena García Álvarez-Buylla, abrió las puertas de su estudio en Tlalpan, Ciudad de México, en la revista estadounidense Dwell, dejando al descubierto un espacio de 60 metros cuadrados descrito como “un oasis triangular de ladrillo y vegetación”, con mobiliario hecho a medida y un diseño minimalista y sofisticado. El proyecto fue desarrollado por Estudio MMX y busca reflejar un homenaje familiar a la tradición por trabajar con plantas.

El contraste entre la ostentación del estudio y las acusaciones de mal manejo de recursos públicos ha generado críticas en redes sociales y círculos académicos. Aunque no hay evidencia pública que vincule directamente los fondos señalados por la ASF con la construcción del espacio, la publicación internacional ha puesto el tema en la mirada pública.
Álvarez-Buylla ha negado cualquier responsabilidad penal o administrativa, calificando como “falsas” las acusaciones y asegurando que la extinción de los fideicomisos se realizó de manera “exitosa, eficiente y con apego a la normativa”. Asimismo, explicó que las observaciones derivaron en la renuncia de su titular de Administración y Finanzas y en procedimientos internos para deslindar responsabilidades.
El caso continúa generando debate sobre la transparencia en la gestión de recursos públicos y el contraste entre la vida personal de familiares de funcionarios y las denuncias oficiales por presuntos desvíos.

Cuando Elena Buylla era una muy triste maestra de Biología en la UNAM. Destrozó al CIDE, tenía un chef en sus oficinas. Renunció a la Academia Mexicana de Ciencias porque (hazme el favor) ella consideraba que se usaba para ‘pegarle’ al gobierno, justo en el sexenio donde se castigó más a la ciencia y a la educación. Es la que quería meter a investigadores renombrados a la cárcel, seguro porque alguno le hizo el feo con sus cuarzos. ¡Es una corrupta!
Recuerden que en 2021 Elena Buylla quiso meter a la cárcel a un grupo de científicos. Estos, ahora, deberían salir a exigirle cuentas de regreso. Corrupción en todo lo que toca Morena, incluyendo en los organismos de ciencia.
Es tan sistémica la corrupción, que ya saben que no les va a pasar nada. Todo el tiempo la ASF destapa casos así y no prosperan. Están jugando con el pueblo.

