A veces, la vida parece seguir libretos no escritos, y en el caso de Roberto Gómez Fernández, productor e hijo del legendario Chespirito, el guion personal parece tener ecos del pasado familiar.
Décadas atrás, Roberto Gómez Bolaños, ícono de la comedia mexicana, inició una polémica relación con Florinda Meza mientras aún estaba casado con la madre de sus seis hijos. Ahora, su hijo enfrenta comparaciones similares, tras las declaraciones de su exesposa, la actriz Jessica Coch, quien reveló en una entrevista con Aurora Valle que fue traicionada por su entonces esposo… y por su mejor amiga.
La protagonista de telenovelas como Mi Pecado confesó que tras su separación con Gómez Fernández, descubrió —por terceros— que su amiga cercana, con quien compartía una relación de 17 años, había comenzado una relación sentimental con él. Una amistad que, incluso, llegó al punto de que la actriz contratara a esta persona como wedding planner para su boda con el productor.
“Me dolió el alma. No creo que me hayan sido infiel, pero sí me traicionaron”, expresó con sinceridad Jessica Coch.
El paralelismo con la historia de su padre no pasó desapercibido: ambos Gómez se enamoraron de otra mujer mientras sus matrimonios aún estaban en proceso de ruptura. Aunque ni Roberto hijo ni la implicada han hablado públicamente del tema, el silencio y la falta de explicaciones fueron, según Coch, lo que más le lastimó.
“Me hubiera gustado que por lo menos me dijeran: ‘Nos enamoramos’”.
A pesar del dolor, Coch ha logrado rehacer su vida, con el apoyo incondicional de su hermano y de su amiga y colega, Maite Perroni. Con madurez, cierra el capítulo con una reflexión profunda:
“Tal vez no éramos Roberto y yo. Tal vez eran ellos. Y yo solo fui el vínculo”.
La historia demuestra que, a veces, la fama también hereda sus sombras. Y que, como en los libretos más intensos de la televisión, las traiciones más dolorosas no vienen de los enemigos… sino de los más cercanos.
