Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, negó tener algún acuerdo con las autoridades federales durante una breve audiencia en la corte federal de Chicago este martes. Sin embargo, su abogado, Jeffrey Lichtman, evitó responder directamente si su cliente está cooperando con las autoridades en el marco de las investigaciones en curso.
La audiencia, presidida por la jueza federal Sharon Johnson Coleman, fue parte del proceso legal que enfrenta Guzmán López por cargos de conspiración para traficar drogas, posesión de armas y lavado de dinero. Guzmán López, escoltado bajo estrictas medidas de seguridad y vistiendo un mono naranja, respondió con un firme “sí, señoría” cuando la jueza le preguntó si aceptaba que Lichtman también representara a su hermano, Ovidio Guzmán López, en el mismo caso, a pesar de los posibles conflictos de interés.
Tanto la fiscalía como la defensa solicitaron más tiempo para recolectar evidencia, lo que llevó a la jueza Coleman a conceder un plazo de 90 días y programar la próxima audiencia para el 7 de enero. Mientras tanto, los rumores sobre una posible cooperación de Guzmán López con las autoridades siguen latentes. Al ser cuestionado sobre el tema, Lichtman ofreció una respuesta evasiva: “Hay mucha gente que ha venido aquí y simplemente ha decidido que quiere seguir adelante. No es fácil vivir en Sinaloa como fugitivo. Así que a veces es mejor resolver tus asuntos legales”.
Guzmán López fue arrestado en julio en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas, en compañía de Ismael “El Mayo” Zambada, quien ha sido trasladado a Nueva York para enfrentar juicio primero. Según informes, Zambada afirmó que fue secuestrado por Guzmán López para entregarlo a las autoridades estadounidenses.
En cuanto a su hermano Ovidio, que está detenido en la misma prisión que Joaquín, su audiencia está programada para el 21 de octubre, cuando la jueza Coleman deberá preguntarle si acepta también ser representado por Lichtman. Las implicaciones de esta representación compartida podrían generar un conflicto de intereses, una cuestión que aún debe resolverse en la próxima fase del juicio.
El caso sigue desarrollándose bajo una fuerte atención mediática, dado el peso de los cargos y las figuras involucradas. La posibilidad de una cooperación con las autoridades por parte de los hijos de “El Chapo” podría tener un impacto significativo en el caso, aunque por ahora sigue siendo un tema rodeado de especulación.