


Un incidente vial que circula en redes sociales ha generado burlas, comentarios y también una reflexión sobre la violencia en las calles. En las imágenes, un hombre vestido con camiseta azul y pantalón de mezclilla desciende de su vehículo para agredir a otro conductor. Al intentar patear la parte trasera de una camioneta gris, el conductor acelera y su agresión termina en un doloroso traspié: el hombre pierde el equilibrio y cae al suelo, aparentemente lesionado.
Testigos captaron cómo intentaba levantarse sin éxito, lo que llevó a muchos usuarios a especular sobre una posible fractura o dislocación. Entre los comentarios, la frase “el que se enoja pierde” se repite como advertencia sobre las consecuencias de la ira al volante.
Este caso no es aislado. El “road rage” o enojo al volante es un fenómeno creciente en las ciudades, provocado por estrés, tráfico intenso y tensiones personales. Expertos en seguridad vial señalan que este tipo de conductas aumenta el riesgo de accidentes graves, persecuciones e incluso muertes.
Para evitar conflictos, especialistas recomiendan mantener la calma, no confrontar a otros conductores y priorizar siempre la seguridad. Dejar pasar al otro vehículo puede ser la diferencia entre llegar a casa sano o terminar en el hospital.
En México, alrededor del 70% de los conductores ha experimentado o protagonizado episodios de ira al volante, según datos de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad. La Secretaría de Movilidad de la CDMX ha documentado que la intolerancia vial provoca agresiones físicas, atropellamientos y choques, mientras que campañas como “Conduce sin ira” buscan educar y reducir estos incidentes.
El video viral del hombre que quiso agredir a otro conductor se ha convertido en un ejemplo claro de cómo un momento de furia puede terminar en una dolorosa lección.


