
CIUDAD VICTORIA.- Una patrulla color verde olivo recorre a diario el tramo entre Esteros y el libramiento de Manuel, en la carretera que conduce a Tampico-Victoria.
A pesar de ser una camioneta perteneciente al equipo de seguridad de PEMEX, abordo viajan militares que de vez en cuando se bajan de la ruta para revisar los ductos que transportan hidrocarburo por territorio tamaulipeco hasta Nuevo León y viceversa. Al mismo tiempo, una patrulla naval recorre las aguas del Golfo de México, donde ocurre otra parte importante del robo masivo de combustible a PEMEX.
De acuerdo a estimaciones del Gobierno Federal, el 80% del saqueo se da directamente en las instalaciones de PEMEX con complicidad de su personal. Por eso ahora hay marinos, apostados de manera permanente en la Refinería Madero, algo que no necesariamente ha sido bien visto por los trabajadores.
Es que los marinos en Madero y militares en el resto de la entidad, no sólo prestan labores de vigilancia, sino que han asumido el control de la distribución de combustible. Todo lo que entra y sale, es revisado por los elementos de la Armada.
La ordeña también se da en altamar, y el sur de Tamaulipas también es centro neurálgico de ese entramado delincuencial que ha golpeado a la petrolera mexicana más que cualquier otra crisis que haya vivido en el pasado.
Un informe del área de Inteligencia de la Secretaría de Marina revela que los drenas de barcos que cubren rutas desde el sur de Tamaulipas hacia Campeche, son ordeñados por embarcaciones menores de empresas privadas que prestan servicios a la empresa mexicana PEMEX
