De la redacción
El Buen Tono
Los trabajadores del Museo del Louvre están convocados a una huelga indefinida a partir de este lunes, en protesta por las condiciones laborales, la falta de recursos y el deterioro de las instalaciones del recinto cultural más visitado del mundo.
La convocatoria se da en un contexto marcado por fuertes controversias, entre ellas el estado vetusto de varias áreas del edificio y el robo de joyas de la corona de Francia ocurrido en octubre, piezas que hasta ahora no han sido recuperadas. El representante del sindicato CGT en el Louvre, Christian Galani, advirtió que el nivel de exasperación entre el personal es elevado y que existen condiciones para una movilización de gran magnitud.
El dirigente sindical subrayó la urgencia de atender problemas estructurales del inmueble y reforzar la seguridad de la institución. Detalló que en los últimos 15 años se han perdido más de 200 puestos de trabajo, pese a que el museo cuenta actualmente con unos 2 mil 200 empleados y que el número de visitantes se ha incrementado de forma considerable.
Durante 2024, el Louvre recibió 8.7 millones de visitantes, de los cuales el 69 por ciento fueron extranjeros, consolidándose como el museo más visitado del mundo. En ese escenario, los sindicatos también han manifestado su rechazo al nuevo esquema de precios diferenciados que entrará en vigor en enero, al considerar que genera una discriminación entre ciudadanos del Espacio Económico Europeo y visitantes de otras regiones.
A partir del 14 de enero, el precio de entrada para residentes fuera del Espacio Económico Europeo aumentará de 22 a 32 euros, un incremento del 45 por ciento que la administración del museo plantea como una medida para financiar la renovación del patrimonio nacional. Sin embargo, los trabajadores exigen el abandono de este ajuste, la creación de 200 plazas adicionales en el área de seguridad, aumentos salariales y el fin del actual modelo de gobernanza que califican como piramidal y excesivamente compartimentado.
Ante la inminencia del paro, el Ministerio francés de Cultura anunció que encargó a Philippe Jost, presidente de la institución pública Reconstruir Notre Dame, una misión de dos meses para proponer medidas que permitan enfrentar los desafíos del museo y fortalecer su patrimonio. Jost trabajará bajo la supervisión de la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, y deberá presentar sus recomendaciones a finales de febrero.
Fuentes del Ministerio señalaron que un cierre prolongado del museo sería el peor escenario, tanto por el impacto económico —estimado en 400 mil euros diarios— como por el daño simbólico y la decepción de los turistas. La institución ha acumulado recientes incidentes, entre ellos la inundación que dañó cientos de libros antiguos en la biblioteca de antigüedades y el cierre preventivo de áreas tras detectarse problemas de fragilidad en vigas.
La polémica más reciente se originó por el robo ocurrido el 19 de octubre, cuando un grupo vinculado al crimen organizado ingresó con un montacargas a la galería de Apolo y sustrajo joyas de la corona francesa a plena luz del día. Aunque cuatro presuntos responsables fueron detenidos, las piezas robadas continúan desaparecidas, aumentando la presión sobre la seguridad y la gestión del histórico museo.


