


Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— En un evento que oscila entre la ironía y la deficiencia institucional, las autoridades municipales inauguraron el programa “Calles Mágicas” en conmemoración del Día Mundial del Peatón, precisamente en uno de los tramos más deteriorados de la ciudad: la avenida 4.
En el acto protocolario las autoridades, encabezadas por el alcalde Juan Martínez Flores y la síndica Vania López González, balizaron un punto en el cruce con la calle 5, sin embargo, pasos más adelante en esa misma avenida 4 los vehículos y el transporte público seguían “brincando” sobre los bloques desprendidos y las irregularidades de un pavimento que parece más un campo minado que una vía urbana.
El evento, más que una solución, fue un gesto vacío. La simbología de pintar líneas y colocar señalamientos en una calle fracturada no solo resulta insuficiente, sino que evidencia una política pública más interesada en el maquillaje que en el verdadero mantenimiento de la infraestructura vial. La avenida 4, entre las calles 5 y 9, es un reflejo del abandono acumulado: baches profundos, bloques levantados, accidentes viales que crecen con cada lluvia y un tránsito vehicular que se convierte en un suplicio diario para conductores y peatones.


