FIDEL URBANO G.
El Buen Tono
REGIÓN.- La tala inmoderada dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba se ha incrementado considerablemente durante los últimos tres meses entre los límites de Calcahualco y Coscomatepec, hasta el momento no hay ninguna acción de los tres niveles de gobierno para frenar los aserraderos clandestinos.
A comparación del Parque Nacional en el Cofre de Perote donde la Procuraduría de protección al Medio Ambiente en coordinación con fuerzas del orden ha intervenido y desmantelado los aserraderos, en la zona de Calcahualco y Coscomatepec no se ha registrado ninguna intervención durante los últimos años.
Sin embargo, se ha notado el aumento de tala de árboles en el parque a pesar de ser una zona protegida por el gobierno federal, ahí los cortadores y constructores de caja derriban árboles cada día sin descanso, sobre el camino que conduce al volcán se aprecia la cantidad impresionante de árboles de pino tirados.
Los daños al medio ambiente son considerables, pero esto también trae un problema al último glaciar que queda en el volcán, su deshielo se ha acelerado y especialistas pronostican que esto traería grandes consecuencias para los 28 municipios que se alimentan del Río Jamapa y que cruza todo el estado hasta llegar al mar.
“Es un tema muy importante y que debemos dar prioridad ya que los glaciares son parte de un ecosistema y mantienen a muchas comunidades de la zona, su desaparición sería muy fuerte ya que el cambio afectaría, en la cara sureste aunque no hay un glaciar visible dentro de las piedras hay hielo, glaciares ocultos que si desaparecen cambiaría por completo la topografía de la zona y sería muy peligroso ya que esas piedras caerían a gran velocidad e impactando a las comunidades cercanas y generando un gran daño”, señaló Rey Dávila Escudero alpinista de Puebla.
Hasta el momento ninguna autoridad de gobierno ha señalado alguna acción para prevenir que se siga destruyendo la flora de la región montañosa.
