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Inicia el Docenario de oraciones

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Córdoba.- Hoy inicia el Docenario de oración por la paz en todo el país, en el que los obispos de México se unen por un mismo objetivo: compartir las tristezas y angustias de hoy con la esperanza de un mañana distinto. Reconocer que el país está en crisis por la iniquidad, injusticia, corrupción y la indiferencia que ha sumido al pueblo en la violencia, el temor y la desesperación.

Por ello, el obispo Eduardo Patiño Leal dijo que cada hecho violento que acontece, confirma la necesidad de una vigilancia más cuidadosa, pero, sobre todo, se refrenda la posibilidad para llegar a los delincuentes y que quienes cometan un delito sean apresados en fragancia. 

Lo cual les daría confianza a los ciudadanos y los criminales sabrían que tendrían un escarmiento.

Al tener como marco el primer Domingo de Adviento y el inicio de las fiestas guadalupanas, el prelado invitó a la feligresía a orar por la paz y este lunes oficiará una misa a las 18:00 horas para iniciar el docenario.

Mientras, en cada parroquia, los sacerdotes harán lo propio con oraciones, celebraciones eucarísticas y peregrinaciones. 

Además, se unirá con el rezo del Rosario y el Angelus al medio día, la oración por la paz.

Por el esfuerzo conjunto, el obispo dijo que la oración llega en un momento de crisis, aunque reconoció que la violencia e injusticia no es un problema único de México, pues en el mundo se sufre a causas de la delincuencia o colusión de las autoridades con el crimen, pero por ello se han manifestado organismos internacionales, que demandan se aclare la desaparición de los jóvenes normalistas y se restablezca la paz.

Al iniciar con el Adviento el Año Litúrgico y la Navidad con una presencia fresca, renovadora de fe en la espera de la conmemoración de la llegada del hijo de Dios, dijo que la feligresía católica es exhortada a que se preparen en la oración y una purificación interior, para que la Navidad se celebre en casa, en la sociedad, en los trabajos; que no sea algo superficial, que no deje huella, debe ser algo distinto, no sólo quedarse con las emociones de adornar o los regalos, sino que se viva como un motivo de júbilo en la fe.

Monseñor Patino invitó a los cristianos a que hagan todo lo posible para que diciembre sea un momento de reflexión al interior de cada persona; para hacer lo que Dios está pidiendo: beneficiar a las familias que están agobiadas o separadas; fomentar la concordia, la cercanía.

Es tiempo para el diálogo con las personas que están distanciadas o que tienen distinta forma de pensar.

 

SofÌa Dorantes Chávez

El Buen Tono 

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