
AGENCIA
Carrillo Puerto.- En el municipio la política se convirtió en un negocio de familia, el presidente municipal saliente, Gustavo Jácome Calderón, busca perpetuar su control sobre el ayuntamiento mediante un acto descarado de nepotismo: impulsar a su hija, Teresa Itzel Jácome Mora, como candidata para sucederlo.
Teresa Itzel, hasta ahora al frente del Sistema DIF Municipal, carece de trayectoria reconocida o logros tangibles. Su único “mérito” es ser hija del alcalde.
Se carece de propuestas y visión renovadora; únicamente un juego de tronos familiar donde el poder no se gana con legitimidad, sino que se reparte como cualquier herencia.
Mientras los ciudadanos enfrentan problemas de inseguridad, calles destruidas, ríos contaminados y abandono institucional, los Jácome priorizan su ambición: extender su ciclo de privilegios.
Este intento de imposición refleja una política corrupta, pero también un desprecio hacia la democracia.
