


Córdoba.- Las reacciones de la población para tomar justicia por propia mano son signos de hartazgo que tienen las comunidades que son víctimas de robo y extorsiones, opinó el obispo Eduardo Patiño Leal, quien aclaró que no se trata de justificar los actos, pero sí de explicar este tipo de acciones.
El pastor de la Iglesia Católica dijo, en cuanto a las acciones tomadas por los vecinos del fraccionamiento El Portal que lincharon a un presunto delincuente, que “la justicia por propia mano, no es lo más conveniente, puede desatarse una violencia peor de la que se quiere combatir”.
Por ello, pidió prudencia a los cordobeses y a coordinarse con las autoridades para que no llegar al extremo de hacer justicia por
propia mano. Reiteró que las autoridades deben brindar un modo de coordinarse para que les den aviso y se consignen a los responsables, cuando se presenten situaciones de emergencia.
En relación al periodista desaparecido del municipio de Medellin, Moisés Sánchez Cerezo, el prelado expresó que la indignación no sólo es por este caso en particular, sino que, “debemos condenar cualquier secuestro o desaparición de un ser humano; tratándose de periodistas es una labor que requiere de riesgos de
la profesión”.
Por lo anterior, hizo un exhorto para que las autoridades pongan la atención que se requiere y que las instancias federales que tomaron conocimiento del caso lo regresen sano y salvo. Así como durante la homilía renovó el sacramento del bautismo e hizo la oración del exorcismo y la del arcángel San Miguel, Monseñor Patiño pidió que haya un ambiente de paz en México.
Sin embargo, dijo que hay casos de secuestro que no son denunciados, pero se conocen porque a la iglesia se acerca gente pidiendo oración por sus familiares que están en cautiverio o que sufrieron una situación que les dejó daño emocional y físico.
Patiño Leal destacó que no sabe el nombre de las personas, ni de las circunstancias, pero les dejan recados para que les oren debido a que fueron secuestradas.
Las personas afectadas, dijo, en ocasiones no denuncian por temor a sufrir represalias de los delincuentes, que piden dinero a cambio de la vida de algún integrante de la familia. Ante ello, la iglesia, mediante la Pastoral de Consuelo, se aboca a orar de manera discreta y sencilla por las personas afectadas para que sanen heridas y reconstruyan sus vidas.
Referente a la renovación del bautismo y las oraciones de paz, Eduardo Patiño Leal dijo que le pareció conveniente unirlo a una oración de liberación para que todas las familias de la Diócesis renueven su fe, pero a la vez en busca de que se mejore la paz interna.
SofÌa Dorantes Chávez
El Buen Tono


