Sandra González
El Buen Tono
ORIZABA.- En un recorrido por la zona del Paseo del Río Orizaba, desde Avenida de Las Palmas, se evidenció que los gaviones o muros de contención están en condiciones críticas. Se observan hundimientos, desprendimientos y grietas visibles, así como erosión en la base, lo que pone en riesgo inminente la integridad de las familias en la zona de la Cauville, donde también están las unidades Heriberto Jara Corona y Dante Delgado, sobre todo en temporada de lluvias intensas.
Las autoridades locales, en su momento, gestionaron estas obras ante la Conagua en el periodo 2014-2017 y en 2019-2021 se usó el seguro para rehabilitar la zona por afectaciones después de lluvias intensas, ahora, habitantes denunciaron que la dependencia local, encabezada por Diez Francos, se deslindó de su responsabilidad, argumentando que no les corresponde intervenir.
Entre las áreas preocupantes está una jardinera con un árbol a punto de colapsarse, así como gaviones parcialmente desplomados cuyas piedras antes firmes se han soltado. El suelo se hunde cerca de la línea de los muros y se registran inclinaciones de columnas de algunas casas, señal clara de la inestabilidad del terreno.
Los vecinos advirtieron que el fallo de estas estructuras puede causar deslizamientos, socavación de cimientos y colapso de viviendas ante lluvias intensas. Señalaron que los gaviones son vitales porque retienen tierra y protegen el talud del río; si fallan, el agua remueve el material de sostén y el terreno puede derrumbarse.
Actualmente, la comunidad de 55 familias no cuenta con rutas de evacuación ni puntos de reunión definidos, lo que aumenta el riesgo frente a cualquier emergencia. Por ello, exigen la inspección urgente de un ingeniero civil o geotécnico, así como personal de Obras Públicas, para un diagnóstico de estabilidad y proponer un diseño de refuerzo que incluya reconstrucción de gaviones, muros de concreto, anclajes, escolleras y drenaje adecuado.
Piden apoyo a Protección Civil y Obras Públicas, insistiendo en que la intervención sea antes de un colapso que ponga en peligro vidas. La vivienda más comprometida es la de Eduardo Guerra, en la calle Heriberto Jara Corona, mientras que el resto de la comunidad sigue en alerta máxima.


