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La embajadora

Superiberia

 

Conocí a María Echaveste en el marco del México-US Futures Project que tienen en conjunto el ITAM y la Universidad de Berkeley en encuentros tanto en Berkeley como en el DF y Zacatecas.

Las credenciales de quien Obama ha anunciado enviará su nominación al Senado de Estados Unidos para ser la embajadora de ese país ante México son amplísimas.

De ser ratificada, Echaveste sería la primera mujer embajadora de Estados Unidos en México. Sería también alguien que, como Tony Garza o Julián Nava —embajadores durante la presidencia de George W. Bush y Jimmy Carter— conocen México de primera mano al tener padres mexicanos que emigraron a Estados Unidos.

La historia personal de María es inspiradora en más de un sentido. Nacida en una familia de 12, ha sido a través del estudio y trabajo duro que ha logrado ser una de las mujeres latinas con puestos políticos más destacados.

Su lucha a favor de la comunidad latina ha sido fundamental y de larga data.

María fue mano derecha de Bill Clinton en la Casa Blanca y después participó activamente en la campaña por la Presidencia de Hillary. Su esposo, Christopher Edley Jr, fue profesor de Obama en la universidad y estuvo también activo durante esa campaña presidencia, pero justamente con Obama.

Por ello ambos, Echaveste y Edley, han aparecido en varios programas de televisión hablando de su relación personal exitosa en medio de las tensiones evidentes de una pareja que se ha encontrado con intereses políticos opuestos.

El gran reto, desde mi punto de vista, que tendrá Echaveste al llegar a la Embajada en México será lograr que la relación bilateral salga del estancamiento en el que se encuentra prácticamente desde la entrada en vigor del TLCAN hace 20 años.

Como escribí líneas arriba, las credenciales de Echaveste son inmejorables. No obstante, su nombramiento parece tener más en mente el interés nacional de Obama por quedar bien con la comunidad hispana a la que tanto le ha prometido y tan poco le ha entregado que en ampliar y hacer crecer la relación bilateral México-Estados Unidos.

María no es una mujer cercana a Obama. Hillary ya no está en el Departamento de Estado. Ello hace pensar que, a diferencia de Tony Garza, que podía tomar el teléfono y llamar a George W. Bush, Echaveste tendrá una relación mucho más lejana con su gobierno.

Esto en momentos en que México se está abriendo en materia energética. Algo que Estados Unidos lleva empujando y esperando que suceda desde hace décadas.

En ese sentido, el pensamiento estratégico de Obama sorprende porque parece enfocada más en quedar bien con los hispanos que en insertar mejor a la comunidad empresarial estadunidense en México en el contexto de los cambios esperados en materia energética.

Mucho éxito para María Echaveste una vez que llegue a México. El momento hace que los retos sean complejos, interesantes y esperemos que con resultados prometedores.

 

@AnaPOrdorica

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