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La familia Becerra: de la influencia política en penales al control absoluto del Club Campestre Cordobés

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Desde hace años, Veracruz ha enfrentado un problema que rebasa la simple administración pública: la consolidación de grupos familiares con intereses personales que buscan controlar instituciones clave, usándolas como botines para su beneficio.

Entre 2010 y 2016, cuando el PRI aún mantenía el poder en el estado, Martín Becerra González, quien fue suplente de diputado local en 2008 y posteriormente tesorero del Ayuntamiento de Córdoba en la administración 2011-2013, utilizó sus influencias para implementar un esquema dentro del penal de mediana seguridad de Amatlán —conocido como “La Toma”— que consistía en la fabricación de uniformes con la mano de obra de los internos. Bajo circunstancias cuestionables, los reclusos eran obligados a trabajar a cambio de pagos mínimos, mientras la familia Becerra obtenía importantes beneficios económicos con la presunta complicidad de las autoridades penitenciarias.

Ese modelo de abuso y aprovechamiento parece haberse trasladado hoy al Club Campestre Cordobés, una institución que debería servir a sus socios con transparencia y respeto. Respaldados por el presidente del club, Rodolfo Becerra, y el vicepresidente, Víctor Menéndez, se están tomando decisiones arbitrarias que favorecen intereses personales y no a la comunidad del club.

Las denuncias que han llegado a nuestra redacción revelan:

  • Contrataciones y despidos injustificados para colocar personal que responda directamente a los intereses de la familia Becerra.
  • Manejo opaco de las cuotas de tenis de los socios, sin rendición de cuentas, decidiendo en qué y cómo se gasta sin consultar al Consejo de Administración.
  • Intentos de instaurar esquemas de trabajo que imitan prácticas del pasado, buscando obtener ganancias a costa de empleados y socios.

Estas acciones representan un claro atropello a los derechos de los socios y un riesgo para el futuro del Club Campestre Cordobés, que no debe ser tratado como una empresa familiar ni como caja chica de nadie.

Los socios han lanzado un llamado para mantenerse informados, exigir transparencia y participar activamente en la defensa del club, reiterando que la corrupción y el nepotismo prosperan cuando hay silencio y falta de vigilancia.

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