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La moneda está en el aire

Superiberia

 Por: Catón  / columnista

Como un pañuelo. Así, con suavidad, Dulciflor puso su mano en la entrepierna de Leovigildo, su nuevo galán. A la mirada interrogativa del asombrado joven respondió la cándida muchacha con una explicación: “Mi mamá siempre me ha dicho que cuando salga con un hombre tome las cosas con calma”… El encargado de seguridad del centro comercial vio a un niño que parecía estar perdido. Fue hacia él y le preguntó: “¿Dónde están tus papás?”. Respondió Pepito, que tal era el pequeño: “No sé. Tengo dos horas buscándolos”. “Ven -le dijo el guardia al tiempo que lo tomaba de la mano-. Te ayudaré a encontrarlos”. Replicó el crío: “Va a estar cabrón que los hallemos. Aquí hay muchos lugares donde se pueden esconder”… Pirulina, mujer sabidora, estaba en el cuarto 110 del motel Kamagua con Inepcio, mancebo de muy poca experiencia. Al terminar el acto  que ahí los había llevado él le preguntó con ansiedad a ella: “¿Te gustó, Pirulina? ¿Te gustó?”. Respondió la experta chica: “Me hiciste recordar una palabra que ya casi no se usa”. Preguntó Inepcio: “¿Qué palabra es ésa?”. Contestó Pirulina: “La palabra ‘amateur’”… Himenia Camafría, madura señorita soltera, leía en una banca del parque un número atrasado (1942) de la revista Confidencias. La vio su vecino, don Valetu di Nario; llegó por atrás, le tapó los ojos con las manos y le dijo: “Adivine usted quién soy. Si no acierta deberá permitirme que le estampe en los labios un beso de pasión. A ver: ¿quién soy?”. Arriesgó con timidez la señorita Himenia: “¿Don Miguel Hidalgo y Costilla?”… Yo, que no tengo ninguna práctica, dispongo en cambio de muchas teorías. Una de ellas, la más reciente, se refiere a la elección de gobernador de mi natal Coahuila. En esa contienda figuran como punteros Guillermo Anaya, candidato del PAN y Miguel Riquelme, el abanderado priista. Mi teoría es la siguiente: si la población sale a votar ganará el PAN. Por el contrario, si se registra el índice de abstencionismo que en otros procesos se ha observado el partido que se alzará con el triunfo será el PRI. El candidato blanquiazul tiene a su favor el hartazgo de la sociedad por los excesos del moreirato. Un deseo de cambio flota en el ambiente. Por su parte a Riquelme lo favorece la estructura priista, sólida y bien organizada, lo mismo que el inconmovible voto duro con que siempre cuenta el Revolucionario. Lo perjudica, en cambio, su vinculación con el régimen presidido por Rubén Moreira, reprobado por la gran mayoría de los coahuilenses. La moneda está en el aire, pienso, y ninguno de los dos aspirantes que van delante en la carrera, ni el panista ni el priista, pueden asegurar que obtendrá la victoria. Sea quien fuere el ganador los datos disponibles indican que la elección será muy cerrada. En política, sin embargo, todo puede suceder, y casi todo puede no suceder. Esperaré entonces a conocer el resultado de la Jornada Electoral y luego profetizaré sobre ella… Don Algón le preguntó a la linda chica que solicitaba el puesto de secretaria: “Y ¿qué sueldo desea usted ganar, señorita Rosibel?”. Respondió ella: “5 mil pesos por semana”. Dijo el ejecutivo: “Se los pagaré con placer”. “Gracias -declinó la muchacha-. Los preferiría en dinero”… Bucolino, mocetón campirano, casó con Pomponona, frondosa mujer de la ciudad. La mañana de la boda el nervioso novio le confesó a su padre: “’Apá: no sé qué debo hacer hoy en la noche”. “Despreocúpese m’hijo -lo tranquilizó el señor-. La naturaleza le mostrará el caminito de la felicidad”. Al día siguiente el progenitor llamó al recién casado y le preguntó: “¿Encontró m’hijo el caminito de la felicidad?”. “Sí, a’pá –respondió Bucolino-. Pero a mí me pareció más bien autopista de cuatro carriles”… FIN.

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