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Lavatorio de pies, por el Obispo Eduardo

Superiberia

Córdoba.- “Servir y no servirse”, eso es lo que dijo Jesucristo cuando realizaba el lavatorio de pies a sus discípulos y es lo que recordó el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal al efectuar la celebración del lavatorio de pies en la catedral de la Inmaculada Concepción.

Tras concluir con el lavatorio el pasado 19 de abril, el Obispo acompañado de sus acólitos, así como del padre Domingo Ortiz Medina, realizaron su peregrinación para dar paso a la representación de la última cena en la que Jesús estuvo con sus discípulos.

Una vez concluida con la celebración, otorgó una entrevista para los medios de comunicación que lo acompañaban en la celebración y misa que oficializó en esta fecha.

“Toda la vida de Jesús es una constante enseñanza para todos los cristianos y como decía él al final de este Evangelio que hoy se reza: ‘Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros’; para Jesús, lavar los pies a sus discípulos fue una señal de servicialidad, así como una actitud de la entrega de su vida por cada persona que luego también tenía el significado de morir por ellos porque cuando llegó Pedro, Jesucristo le dijo: ‘Si no te lavo los pies no partirás conmigo’”, explicó el Obispo.

Eduardo Patiño reveló que el lavado de los pies tenía también el significado de lavar nuestros pecados, el cual era un preanuncio de que ya se acercaba o de que iba a ser la crucifixión de Jesucristo.

“El ejemplo no nos da para todos universalmente en la Iglesia, pero muy especialmente para quienes tenemos alguna autoridad o responsabilidad sobre otras personas, como ejemplo pienso en papás y mamás de familia con sus hijos, así como en el ámbito de la educación como los maestros con sus alumnos, los médicos por sus pacientes, los sacerdotes, obispos por los feligreses y los políticos por los ciudadanos, ya que estamos para servir a los demás y nunca para servirnos de ellos”, externó.

Asimismo, dijo que este es un mensaje universal que Jesús dio en el Evangelio y que de modo especial la Iglesia católica la perpetua año con año repitiendo el gesto del lavatorio de los pies, porque este es un signo que se puede tomar de muchas maneras, ya que hace mucho tiempo, se hacía escogiendo a los seminaristas o a algunos fieles que representaran a los 12 apóstoles, últimamente lo hemos hecho con sectores de la sociedad o de la Iglesia como en el caso de algún Sacerdote, una Monja, Laico, mujer u hombre.

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