in ,

Leticia López, corrupción sin castigo; lleva vida de lujo

PUBLICIDAD publicidad

De la Redacción
El Buen Tono

CÓRDOBA.- Leticia López Landero reapareció en la escena pública este jueves, ofreciendo una rueda de prensa rodeada por los mismos personajes que arrastran denuncias por violencia de género y complicidad mediática. Entre ellos, Miguel Ángel Contreras Mauss, Carlos Vergara, Jesús Lazo y otros reporteros vinculados con prácticas agresivas y servilismo informativo.
En su intento por lavarse la cara, López afirmó que durante su administración “no robó nada”. Una afirmación que ofende la memoria ciudadana y contradice las observaciones millonarias del Orfis, que documentó irregularidades graves en su gestión 2018–2021. A cinco años de distancia, Leticia López es sinónimo de opacidad, desvío de recursos y blindaje institucional.
Su repentino cambio de nivel de vida sigue siendo escandalosamente evidente. La construcción de una mansión para su hijo Isaac Luz en Las Cañadas, con pisos de mármol, siete baños y acabados de lujo, jamás podría justificarse con un salario de presidente del DIF (cargo que es honorífico, es decir, no debió cobrar o percibir ingresos por este). Tampoco la adquisición de una casa en El Campestre, un gimnasio privado para su hijo o las inversiones en franquicias comerciales tanto en Córdoba como en la Ciudad de México. Ese patrimonio nació del abuso del cargo.
Pero si hay un símbolo que resume la corrupción criminal de su mandato, es el caso de las torres de vigilancia, un proyecto que dejó cuatro policías muertos y una ciudad a merced de la violencia. A cinco años del ataque en el que se evidenció la falsedad del “blindaje” de dichas torres, no hay ni un solo responsable sancionado.
La Contraloría Municipal, encabezada por Lauro Ramos Olmos, se convirtió en el principal cómplice del encubrimiento. Simuló investigaciones, omitió el uso de recursos legales como el recurso innominado, y terminó archivando el caso sin profundizar en responsabilidades administrativas o penales.
Detrás hay una estructura mediática servil, donde pseudocomunicadores se prestan a entrevistas arregladas y callan ante el hecho de que las torres ni siquiera aparecen en el inventario municipal, como documentó el Orfis.
López Landero sigue caminando libre por Córdoba, cobijada por intereses políticos, contratos encubiertos, rentas disfrazadas –como la de su casa a la Fiscalía del Estado por más de $80 mil al mes– y una red de impunidad heredada del yunismo, de la que fue pieza clave. Incluso ahora opera en lo oscuro para incrustar a su hijo Isaac Luz en el próximo ayuntamiento, negociando con el candidato de Morena, Manuel Alonso Cerezo, quien arrastra señalamientos por facturación simulada y uso electoral del aparato público.

CANAL OFICIAL

Militar se qu¡t4 la v¡d4 dentro del 63 Batallón de Infantería en El Lencero, Veracruz

‘Brota’ mala calidad de obra en bulevar ¿No que duraría 50 años?