
Vaya si es importante que luego de cinco años se haya descubierto una pléyade de recomendados que cobraban sin trabajar, gracias a los buenos oficios de Gabriel Deantes, Adolfo Mota, Vicente Benitez, Flavino Ríos y otros pájaros de cuenta responsables en su momento de la SEV que abrieron las nóminas para los “cuates”.
Consecuentemente obligado, como un segundo paso, se den a conocer los nombres de los recomendados y se informe además de las medidas administrativas contra quienes permitieron tal irregularidad y fincarles responsabilidades de carácter penal. Pero eso no sucederá.
La red de privilegios a quienes entregaron más de 400 millones en un lustro ya fueron despedidos, pero mañana serán beneficiados de otra forma. No serán desamparados porque el aparato da para eso y para más, basta que te sumes a la legión de aplaudidores del régimen.
Son 33 mil millones en números redondos los que maneja anualmente la Secretaría de Educación de Veracruz, así pues… ¡Que tanto es tantito! Sólo son 173 comisionados que sangran al año al erario con 815.3 millones.
Y no son, como se afirma, quienes de décadas atrás están succionando. Son los del presente sexenio. Son los compromisos que se dan en la vigencia del régimen.
Pero además si así fuera y aceptáramos que son aviadores viejos, de décadas atrás ¿por qué se permitió y cuántos millones se han regalado de décadas atrás a la fecha? y ¿Para cuánto habrían servido ese dineral en favor de la pobreza que viven 4 millones de veracruzanos?
Acaso por ello dar información sesgada o no completa es complicidad.
No se puede en la algarada mediática sostener un ¡hasta aquí!, sin deslindar responsabilidades. No se puede actuar así sólo para dar respuesta al reclamo del senador Pepe Yunes, quien de meses atrás ha venido señalando irregularidades administrativas por 800 millones de pesos anuales.
Pareciera que con la muerte súbita de los aviadores solo se busca taparle la boca demostrando presunta transparencia. No debería ser así. Las políticas públicas deben responder a toda una planeación no a las ocurrencias. Inaceptable que apenas el gobierno del señor Javier Duarte, se haya dado cuenta de tanta irregularidades. Es que “se hizo pato” como dicen las críticas del DF. No es creíble que lave la cara cuando estamos a días del “destape” en donde habrán de definirse las líneas de acción que se aplicarán en el próximo gobierno donde ya desde ahora están amenazados los saqueadores con ir a la cárcel. Lo de los aviadores no son más que medidas desesperadas de un régimen que se emplasta de maquillaje tan solo para taparle el ojo al macho.
