

Washington.- Dos legisladores texanos se disponen a introducir un proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos para acelerar la deportación de los niños migrantes procedentes de Centroamérica que se agolpan en la frontera sur del país.
El texto legislativo, que ha sido rechazado públicamente por congresistas defensores de la reforma migratoria, busca modificar las leyes actuales para dar el mismo trato a los menores provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador que a los llegados desde México y Canadá, los cuales pueden ser deportados en apenas unas horas tras su entrada ilegal.
La medida estipula que los niños que sean elegibles para algún tipo de amparo en Estados Unidos, como el asilo, se presenten ante la corte de inmigración en los siete días posteriores a haber sido examinados por los funcionarios de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Si el juez decide que un niño puede presentar su reclamación legal, que tendrá que cursar en las 72 horas siguientes a la resolución del magistrado, el menor podrá permanecer en el país con una persona que lo custodie mientras su caso se abre paso a través de los tribunales; de lo contrario, será deportado a su país de origen.
Asimismo, bajo la nueva ley, los niños no acompañados que ya estén viviendo en algún lugar de Estados Unidos bajo el cuidado de un familiar o tutor podrían pasar por el proceso judicial directamente.
El presidente Barack Obama solicitó la semana pasada al Congreso un presupuesto de emergencia de 3 mil 700 millones de dólares con el objetivo de atajar la avalancha de menores, pero los republicanos son reticentes a “darle un cheque en blanco”.
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