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Llevan a niñas a su última morada

Superiberia

Nahúm Bastian 

Efraín Hernández

El Buen Tono 

Córdoba.- Enmarcada por una  mañana lluviosa y gris que también parecía llorar, se vivió la ceremonia religiosa para dar el último adiós a las pequeñitas Paulina, Mari Paz y Yuliana, quienes la madrugada del lunes perecieron víctimas de un incendio que consumió su vivienda en la avenida 15 calles 32 y 34 del fraccionamiento Nuevo Córdoba. 

A las 10:00 horas de este miércoles, amigos, familiares y vecinos se concentraron en la Capilla “Corpus Christi” donde el dolor era evidente; entre aplausos, porras y lágrimas los féretros fueron trasladados a las 11:30 horas hasta la que es su última morada, en el panteón municipal. 

La ovación al llegar al camposanto fue una ofrenda al cielo, resonaba hasta el último rincón del lugar, “hoy, el cielo está de fiesta porque tienen a tres hermosos angelitos”, dijo una vecina que sostenía un globo color blanco, mientras de fondo continuaban los rezos que se extendieron más de una hora, que provocaron que a más de uno se le quebrara la voz y les brotaran las lágrimas ante una escena por
demás desgarradora. 

Unas 200 personas acompañaron hasta las 15:00 horas; sin embargo, la escena más triste fue cuando el señor Julio, padre de las menores se arrodilló frente a las tumbas, con evidente pesar, lo que
estrujaba el corazón.

Por su parte, el sacerdote Oscar Fabricio Martínez Limón, señaló que ante la desgracia que enlutó a Córdoba, como  humanos y creyentes  muchas veces no se logra entender por qué Dios permite esas desgracias, refirió, “la muerte de estas tres niñas inocentes nos invita a crecer en la cultura de la prevención, de la protección civil y en la oración».

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