
Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Región.- Mientras los recientes aguaceros en la región de las Altas Montañas dejan a su paso inundaciones y deslaves, la falta de preparación de los ayuntamientos quedó al descubierto.
Documentos oficiales que se obtuvieron mediante solicitudes de transparencia revelaron una alarmante insuficiencia de brigadas comunitarias, personal de Protección Civil, y la ausencia de un Atlas de Riesgo actualizado, factores que exponen a miles de habitantes a graves peligros.
Mentirosos
En Ixhuatlán del Café, sólo cuatro localidades, San José de los Naranjos, El Crucero de Zapata, Potrerillo y Plan de Ayala, cuentan con brigadas comunitarias activas, según la respuesta oficial del ayuntamiento.
Aunque se mencionan capacitaciones en primeros auxilios e identificación de riesgos, no se adjunta evidencia fotográfica o documental que respalde estas acciones.
En Río Blanco, el coordinador de Protección Civil admitió que, al recibir la administración en 2022, “no se encontró registro de brigadas comunitarias”.
Mientras tanto, Ixhuatlancillo sólo reportó una brigada formada en 2024 para reforestación, dotada de herramientas básicas, pero sin planes claros para expandirla.
Escasez
La plantilla de Protección Civil en estos municipios es raquítica. Ixhuatlán del Café cuenta con apenas seis elementos (cinco operativos y un administrativo), Ixhuatlancillo con dos, y Río Blanco, con 12.
Dichas cifras son insuficientes para atender emergencias en territorios con alta dispersión geográfica y vulnerabilidad a fenómenos hidrometeorológicos.
Ninguno de los documentos hace referencia a la existencia de un Atlas de Riesgo actualizado, herramienta clave para identificar zonas inhabitables y planificar evacuaciones.
En Río Blanco, el área de Protección Civil admitió que “no hubo notificaciones a viviendas en zonas de riesgo” durante la actual administración, lo que es una falta de datos precisos o voluntad política.
Esta omisión, que también es corrupción, contrasta con las más de 20 empresas en el municipio, como Bodega Aurrera, Farmacias Guadalajara, y Gas del Atlántico, que operan sin Programa Interno de Protección Civil (PIPC), incrementando el riesgo.
Aunque Ixhuatlán del Café y Río Blanco asignaron 350 mil anuales a Protección Civil, dichos montos son escasos para equipamiento, capacitaciones y respuestas ágiles.
Además, en Río Blanco, 34 empresas figuran sin PIPC vigente y 29 más están en espera por falta de documentación (como convenios con bomberos o pólizas de seguro), según tablas adjuntas en la respuesta oficial.
La combinación de brigadas comunitarias simbólicas, personal mínimo, presupuestos raquíticos y la ausencia de un Atlas de Riesgo actualizado refleja holgazanería institucional que pone en jaque a la población.
Los recientes aguaceros, como el de ayer, son un fenómeno natural, y un recordatorio de que, sin acciones concretas, los municipios seguirán escribiendo su historia con tragedias evitables.
