


Brasilia / Ciudad de México. – En medio de las crecientes tensiones comerciales impulsadas por las recientes medidas del expresidente estadounidense Donald Trump, los gobiernos de Brasil y México han decidido dar un paso firme hacia la integración regional. Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Claudia Sheinbaum reafirmaron su compromiso de fortalecer sus lazos económicos y comerciales como respuesta estratégica a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.
En una conversación telefónica sostenida este miércoles, ambos mandatarios acordaron organizar una visita oficial a México encabezada por el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, junto con una delegación de empresarios y ministros, los días 27 y 28 de agosto. El objetivo: avanzar hacia la ampliación del acuerdo comercial bilateral.
Según informó la Presidencia brasileña, Lula destacó la necesidad de estrechar relaciones frente a “la incertidumbre que se vive actualmente”, en una alusión implícita a las medidas proteccionistas de Trump. La propuesta de Lula incluye abrir negociaciones en sectores clave como la industria farmacéutica, agropecuaria, de biocombustibles (etanol y biodiesel) y aeroespacial, con miras a impulsar el comercio y reducir la dependencia económica de Estados Unidos.
Estas acciones surgen tras el anuncio de Washington de imponer aranceles del 50 % a productos brasileños y del 30 % a los mexicanos, argumentando razones políticas y de seguridad. Trump vinculó las sanciones a un supuesto apoyo de Lula a los procesos judiciales contra Jair Bolsonaro, y en el caso mexicano, justificó las tarifas como una forma de frenar a los cárteles del narcotráfico.
La decisión de Lula y Sheinbaum marca un nuevo capítulo en la cooperación latinoamericana y envía un mensaje claro: ante la presión externa, la región puede unirse para defender sus intereses económicos y estratégicos.


