


Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- A pesar de ser la primera línea de defensa contra los riesgos sanitarios, los empleados de Limpia Pública carecen del equipo más básico para desempeñar sus funciones: el Ayuntamiento ni siquiera les provee de impermeables para enfrentar las lluvias.
En Córdoba, la crisis en el servicio de la basura ha escalado de ser simple molestia ciudadana para convertirse en un reflejo alarmante de la negligencia administrativa y la desprotección laboral. Las condiciones en las que operan los trabajadores de esta área esencial son, por decir lo menos, deplorables.
Según Javier Ramos Bozziere, secretario general del sindicato de trabajadores municipales CROC, problema es mucho más profundo que la falta de equipamiento. La infraestructura completa del servicio colapsa. Existe un déficit crítico de unidades de recolección; de una flotilla que debería estar en pleno funcionamiento, más de diez vehículos permanecen inmovilizados, obligando a una fuerza laboral reducida a intentar cubrir las rutas con apenas ocho unidades operativas.
Esta incapacidad mecánica ha derivado en una crisis de salubridad visible: colonias enteras se encuentran abandonadas a su suerte, con la basura acumulándose en las calles, mientras que dentro de las propias instalaciones del servicio se amontonan más de doscientas toneladas de desechos sin procesar.

