

México.- Crear y reproducir su capacidad actoral en personajes tan diversos como Aksenti Ivánovich en Diario de un loco o el cuentacuentos que viste cuando se trata de narrar las historias de Cri-Crí, ha sido la filosofía de Mario Iván Martínez desde que descubrió su habilidad camaleónica con la que “toca” la sensibilidad del público.
“Siempre me ha interesado interpretar una diversidad de personajes que van relacionados a mi gusto y el placer que me representa el canto, la actuación, la música, aprovechar mi profesión para convertirme en el vehículo, a través de mis personajes, para provocar una reacción en la gente”, dijo el actor
en entrevista.
Y para celebrar ese éxito prepara una velada especial: “Tendremos tres padrinos que van a complementar nuestra celebración de forma muy entrañable, porque son los tres que emanan de la disciplina teatral, Sabina Berman, una de las escritoras más entrañables, con quien trabaje en Molière; Benjamín Cann, con quien he tenido varias experiencia importantes; y Margarita Sanz, con quien trabaje en La habitación azul”.
Aunque en su historial también destaca el trabajo que ha hecho para el público que califica como “muy exigente”, el infantil, mediante los espectáculos que produce cada tres meses y en los que lo mismo ha abordado la obra del cantautor Cri-Crí.
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