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Marta Hernández es heredera de la fortaleza física del indígena

Superiberia

Huatusco.- Desde niño conozco a doña Marta, mujer que lleva labrada en la piel las huellas del Sol, vende hierbas en una de las entradas del mercado Juárez, a un costado del negocio de mis padres. Marta Hernández Castro tiene 25 años, de sus 67 de vida, ofreciendo diversos productos agrícolas;  heredera de la fortaleza física del indígena, diariamente recorre el camino de Cuatolontitla, pequeña comunidad del municipio de Coscomatepec, hasta Huatusco. El puesto de doña Marta ha contribuido para sacar adelante a seis de sus 12 hijos.

 

Para Epifanía, la calle sirve como un rústico aparador, un huacal (reja de madera) sobre otro forman una estantería, la creatividad suple la falta de espacio en la banqueta. Con mirada llorosa relata la proeza de ser madre y padre a la vez. Epifanía tiene dos hijos los cuales estudian gracias a lo que percibe diariamente en su puesto, incluso relata que uno de sus vástagos se encuentra estudiando en la universidad. 

 

Viuda, de 52 años, y nacida en el municipio serrano de Alpatláhuac vive actualmente en la ciudad, con el objetivo de disminuir los gastos que resultan de trasladarse todos los días hasta su anterior domicilio.

 

Aportan al municipio

 

Estas mujeres pagan en promedio cinco pesos por concepto de uso de piso, aportación que va a parar a las arcas municipales. 

Tomando en cuenta que una persona paga la cantidad antes mencionada, si trabaja siete días a la semana aporta 35 pesos multiplicado por cuatro semanas de un mes son 140 pesos mensuales.

 

Reyna Castillo Hernández menciona que diariamente viaja desde la comunidad de Nenehuacan, perteneciente al municipio poblano de Chichiquila, la camioneta que los transporta cobra 30 pesos es decir en viaje redondo ella gasta 60 pesos diarios. 

 

Según información proporcionada por Reyna dice que puede llegar a vender hasta 250 pesos, cuando sus hijas la ayudan a vender casa por casa, pero cuando no hay jalón, se lleva sólo 50 pesos.

 

Otro gasto importante es la comida, pero las hermanas Hernández Castillo, Reyna, Domitila y Josefa cooperan para comprar sus alimentos.  Otra opción para conseguir comida es el trueque, intercambian con las señoras que venden comida por productos que ellas comercializan. 

 

La actividad comercial cotidiana de estas mujeres es parte importante en la dinámica económica local de Huatusco.

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