


Córdoba.- Ante la inminente primera boda de personas del mismo sexo que se efectuará en el estado de Veracruz, el obispo Eduardo Patiño Leal consideró que para la Iglesia Católica el matrimonio es un enlace entre un hombre y una mujer.
El prelado dijo que los niños tienen derecho a crecer en un ambiente en donde se pueda desarrollar su psiquis de manera adecuada a “lo bíblico, religioso y cultural”.
Patiño Leal expresó que la postura de la Iglesia no es de discriminación: “nosotros tenemos que respetar a estas personas, comprenderlas, no se trata de discriminarlas, sin embargo, matrimonio es matrimonio”.
Durante su conferencia de los domingos, el obispo dijo que una familia se conforma de una mujer, un hombre y los hijos que procrean
entre ambos.
Como se recordará, en días pasados una pareja de personas del mismo sexo ganaron un amparo contra la inconstitucionalidad de la Ley del Registro Civil, lo que permitirá que puedan unirse en lo que se ha llamado la “primera boda gay en Veracruz”.
Ante la posibilidad de que más parejas promuevan amparos para poderse casar, el obispo dijo que hay modas que a veces vienen en oleadas y después dejan de ser novedad.
Reconoció, sin embargo, que son los primeros pasos para que se modifique la ley en el Congreso del Estado, aunque dependerá de la interpretación de los legisladores.
Al referirse a las palabras del Papa Francisco, quien dijo que las iglesias no deben convertirse en casas de negocios, dijo que en lados se dan algunos excesos.
“Lo primero que tenemos que buscar es que toda persona sea atendida; cuando llegué a la Diócesis me preguntaron cómo iban a quedar las aportaciones de los fieles para los sacramentos; les dije que se buscaría que por un lado se solucionen las necesidades de la iglesia, porque hay que pagar luz, trabajadores, mantenimiento de los templos, y si alguien no tenía dinero para pagar, que quedara exento (del pago) para que no se le privara del sacramento”, citó.
Patiño Leal expresó que una cantidad módica de dinero no debe crear un problema y comparó a la Iglesia con Jesucristo, quien tenía una bolsa de dinero que Judas Iscariote administraba para la evangelización y los pobres.
Eso mismo, dijo, es lo que se hace en las colectas. Las aportaciones de la gente son para el sostenimiento del templo, de los más pobres y del ministro, porque alguien le tiene que ayudar a sobrevivir.
de la redacción
El Buen Tono


