Uruapan, Mich.- En una manifestación sin precedentes, miles de ciudadanos tomaron las calles de Uruapan para exigir justicia por el asesinato del activista y líder social Carlos Manzo, cuyo crimen ha conmocionado profundamente a la población michoacana.
Desde tempranas horas, contingentes provenientes de distintas colonias, comunidades indígenas y organizaciones civiles comenzaron a concentrarse en el centro de la ciudad. Las avenidas principales permanecieron bloqueadas por completo mientras los manifestantes portaban pancartas, banderas y fotografías de Manzo, considerado por muchos como un símbolo de resistencia y lucha por los derechos comunitarios.
La llamada “Megamarcha por la Justicia” se desarrolló de manera pacífica, aunque con momentos de tensión ante la presencia de cuerpos de seguridad que resguardaban los accesos al Palacio Municipal y al Congreso local. A lo largo del recorrido, se escucharon consignas contra la impunidad y la violencia que, aseguran los participantes, se ha incrementado en la región durante los últimos meses.
Diversas voces del movimiento coincidieron en que la muerte de Carlos Manzo representa “un golpe directo a la libertad de expresión y a la defensa de los derechos del pueblo purépecha”. Activistas y representantes de colectivos de todo el estado se sumaron al llamado para que las autoridades federales intervengan y garanticen una investigación imparcial.
Por su parte, el Gobierno de Michoacán emitió un comunicado en el que reafirmó su compromiso de esclarecer los hechos y castigar a los responsables. Sin embargo, familiares y simpatizantes de Manzo denunciaron lentitud y opacidad en las investigaciones, señalando que no descansarán hasta obtener justicia.
La jornada culminó con un mitin en la plaza principal, donde se encendieron veladoras en memoria del líder asesinado. Uruapan vivió un día histórico, marcado por la unidad, la indignación y la exigencia de paz ante una tragedia que ha dejado una profunda herida en el corazón de Michoacán.


