

AGENCIA
CDMX.- El gobierno de México tenía conocimiento desde 2020 del grave impacto económico que podría generar un rebrote del gusano barrenador del ganado, según revela un documento técnico de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) al que tuvo acceso la revista Proceso. A pesar de ello, no se implementaron medidas preventivas, y hoy el país enfrenta una crisis sanitaria y económica que afecta especialmente al sector ganadero.
El informe, titulado “Análisis del impacto potencial del gusano barrenador en México”, advertía que el cierre de la planta de producción de moscas estériles en Chiapas -clave en el combate a la plaga- podía traducirse en pérdidas anuales superiores a los 8 mil millones de pesos, cifra que ajustada por inflación supera los 10 mil millones en 2025.
La plaga, provocada por la mosca Cochliomyia hominivorax, cuyas larvas devoran carne viva, fue detectada este año en Oaxaca y Veracruz. La enfermedad, conocida como miasis, puede ser mortal para animales e incluso humanos si no se trata a tiempo.
En reacción a los brotes, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) suspendió en mayo las importaciones de ganado bovino, equino y bisonte desde México, lo que ha causado pérdidas diarias estimadas en 11.4 millones de dólares, principalmente para estados fronterizos como Sonora y Chihuahua, que movilizan más de 5 mil 700 cabezas de ganado diariamente hacia el país vecino.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha exigido al gobierno mexicano aumentar de inmediato la producción y liberación de moscas estériles, recurso esencial para controlar la propagación del gusano barrenador.
Ganaderos acusan omisiones del gobierno
Asociaciones ganaderas, especialmente en Coahuila, responsabilizan tanto al anterior gobierno de Andrés Manuel López Obrador como a la actual administración de Claudia Sheinbaum por omisiones graves. Denuncian que no fueron alertados del cierre de la frontera y critican la falta de medidas anticipadas pese a contar con estudios y advertencias previas.
“No permitiremos que por omisiones desde el gobierno federal se pierda una actividad tan noble como la ganadería”, señalaron en una carta pública el pasado 13 de mayo.
En respuesta, el titular de la Sader, Julio Berdegué, afirmó que México no es responsable del brote y señaló que el foco original se encuentra en países sudamericanos. Además, pidió públicamente reactivar la planta de moscas estériles en Chiapas, clausurada desde 2013.
El informe original ya advertía del riesgo sanitario regional ante la presencia activa del gusano barrenador en países como Brasil, Venezuela, Colombia y el Caribe. También preveía un impacto del 23% en las ganancias de la producción bovina si la plaga se extendía durante dos décadas.
Hoy, ese escenario ya no es hipotético.
