Ada Rosas
EL BUEN TONO
La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa futurista, sino una realidad que transforma el mundo laboral. Un reciente estudio de Microsoft, difundido por la revista GQ, revela que durante la próxima década al menos diez profesiones podrían verse afectadas por la automatización impulsada por esta tecnología. El informe demuestra cómo herramientas como Copilot asumen tareas específicas que antes dependían totalmente del factor humano.
El estudio detalla que los empleos con mayor número de tareas rutinarias o repetitivas son los más expuestos a la sustitución. En cambio, los que requieren creatividad, empatía o juicio humano tienen más probabilidades de adaptarse. Entre las profesiones más vulnerables destacan los intérpretes y traductores, así como los historiadores, debido a que la IA ya puede procesar y organizar grandes volúmenes de información con rapidez y precisión.
Microsoft evaluó el porcentaje de trabajo que la automatización puede asumir en cada oficio, y concluyó que si la IA realiza cerca del 30% de las tareas de un puesto, se trata más de un apoyo a la productividad que de una amenaza laboral. Sin embargo, cuando la mayoría de las funciones son repetitivas, el riesgo de sustitución se eleva considerablemente.
En contraste, profesiones que exigen habilidades manuales o un componente emocional, como la enfermería, la odontología o los oficios de la construcción, mantienen una barrera natural frente al avance tecnológico. En estos casos, la precisión física y la empatía continúan siendo irremplazables.
El informe subraya que la automatización no debe verse como un reemplazo inmediato, sino como una transformación progresiva. Microsoft sostiene que esta transición ofrece una oportunidad para adaptarse, aprender nuevas competencias y convivir con la tecnología. La clave, según el estudio, será la preparación: quienes comprendan y utilicen la IA a su favor serán los que lideren el mercado laboral del futuro.


